De la ruta de A Franquiera dicen los peregrinos que la hacen todos los años que sirve como entrenamiento para hacer el Camino de Santiago, y también que al llegar sientes que has realizado algo importante en la vida. En A Franqueira no te entregan un certificado de haber hecho el camino como en Compostela, pero con el tiempo hasta eso puede ser posible.

Los concellos de Ponteareas, Mondariz, A Cañiza, Mondariz Balneario, Covelo, Pazos de Borbén, Soutomaior y Redondela integran la Asociación intermunicipal “Vieiro da Franqueira” que desde hace cuatro años intenta convertir este sendero en un referente cultural pero que no encontró el apoyo necesario en instituciones como la Xunta de Galicia. “Ahora se inicia un nuevo camino en la comunidad gallega con la constitución de la nueva Xunta y creo que este proyecto será más apoyado”, afirma el alcalde de Ponteareas, Salvador González Solla, uno de los regidores más entusiastas con la potenciación del camino de A Franqueira. “Porque los ponteareanos crecimos con A Franqueira como referencia, muchas parroquias asisten cada año a la romería de As Pascuillas y sin duda estamos muy ligados, por eso un proyecto así merece nuestra aprobación y apoyo”, dijo. Los alcaldes son conscientes de que la idea no ha tenido todo el empuje que debió de esperarse, entre otras cosas por la falta de presupuesto, pero casi todos ellos aseguran que mantiene todo el interés. La Diputación de Pontevedra, una vez más, se ha mostrado como la institución más colaboradora y ya anunció que este camino, que en algunas zonas está intransitable, será acondicionado con el Parque de Maquinaria desde hoy mismo.

A partir de ahí se pretende dar la máxima difusión a este sendero y realizar un programa de actividades, entre las que destacan exposiciones y conferencias e incluso ediciones de libros como la recuperación de “Romaxes da Franqueira” de Ramón Cabanillas, presentado hace un año en Mondariz Balneario. Xosé González, funcionario de Redondela e impulsor del “vieiro”, aseguró que una de las cosas que se intenta es que el camino se convierta en un “vieiro verde” como alternativa al turismo de playa, y que al mismo tiempo sirva como empuje de los municipios por los que pasa.