La Mancomunidade de Montes Veciñais de Redondela destacó ayer su compromiso con la recuperación ambiental y la prestación de servicios a los ciudadanos con la creación de una ruta de senderismo de 23 kilómetros que recorre los montes de nueve parroquias del municipio. Los comuneros descubrieron una placa en el área recreativa de Loureiro, en la parroquia de Reboreda, para inaugurar oficialmente el vial denominado Senda da Auga, un acto que estuvo presidido por el delegado provincial en funciones de la Consellería de Medio Rural, Gonzalo Constenla, y el alcalde accidental, Carlos Pazos.

Este corredor verde, de 23 kilómetros de longitud, discurre por las parroquias de Reboreda, Quintela, Saxamonde, Vilar de Infesta, Cabeiro, Negros, Cedeira, Trasmañó y Chapela por el antiguo Camiño da Auga, el trazado por el que discurrían las conducciones de aguas desde la presa de Eiras hasta Vigo.

El presidente de la Mancomunidade de Montes, Francisco Puch, mostró su satisfacción por hacer realidad la transformación de una senda degradada en una ruta peatonal, “un proyecto que supone un nuevo compromiso con la recuperación ambiental del entorno y, por tanto, con la mejora de los servicios que desde las mancomunidades queremos prestar a los vecinos”. En este sentido, describió el corredor como “un escenario idóneo para que los habitantes de la comarca de Vigo se reencuentren con la naturaleza y disfruten de un entorno cómodo y agradable”.

La senda verde de Redondela es un proyecto impulsado por la Mancomunidade de Montes que contó con un presupuesto de 180.000 euros, de los cuales 145.000 fueron aportados por el programa Proder II.

Durante el recorrido por esta senda de gran valor ecológico y natural los senderistas pueden disfrutar de un variado paisaje: desde zonas de cultivo y núcleos de población hasta zonas de bosque con distinta composición. Además, la ruta cuenta con pequeñas áreas de descanso con fuentes, bancos y mesas a lo largo de todo el recorrido.

Gonzalo Constenla recordó que dos tercios del territorio gallego corresponden a zona forestal, y manifestó la necesidad de “potenciar todos los usos de este monte”, tanto de explotación de madera como de turismo y patrimonio.

Por su parte, el alcalde en funciones, Carlos Pazos, se expresó en la misma línea y defendió la necesidad de “realzar la función social del monte”. Asimismo destacó que esta iniciativa permitirá complementar la oferta turística del municipio -orientada hasta ahora a las playas- con una alternativa de interior, donde las zonas rurales y el monte adquieren protagonismo.