El billar es algo más que un juego, aseguran las tres figuras de este deporte, tudenses de nacimiento, que representarán a España, junto con otro equipo todavía por seleccionar, en el campeonato mundial que tendrá como escenario la ciudad estadounidense de Las Vegas, donde reina el espectáculo y la noche es una explosión de luz.

Resti Sánchez Estévez, de 37 años y hostelero; Luis Fontán Monteiro, de 30 años y mecánico en paro; y Clemente González González, de 22 años y comerciante, entrenan duramente en las horas que tienen disponibles para prepararse debidamente y estar a la altura del evento que concentrará a 12.000 jugadores en 300 mesas de billar, y en el que se repartirá un millón de dólares en premios.

Los tres pertenecen al Club Nevada de Tui, creado hace catorce años. Clemente se inició cuando estudiaba en el IES "Francisco Sánchez", que está muy cerca del local. Para los tres este deporte les reporta sólo satisfacciones. "Me libera del estrés", dice Resti, "a mi me hace feliz" asegura Luis, mientras que Clemente afirma que "me libero jugando y es mi gran afición". Han nacido para el billar.

Los tres se presentan como equipo, el mismo que quedó campeón absoluto en el aniversario de la VNEA "que nos dio el pasaporte para Las Vegas", recuerdan con orgullo.

Los tres corresponden a un mismo perfil: jugadores que poseen cualidades indispensables como son la concentración, visión de juego, puntería y estrategia. El destino les dará o quitará un último requisito "mucha, mucha suerte", recalcan.

Sobre su cita en Las Vegas, cuenta Clemente, que participó el pasado año, que "te enamora cómo es. Todo a lo grande en el ambiente exterior y en el interior. Es alucinante".

Necesitan un "empujoncito" económico para financiarse los 10 días de estancia que dura el campeonato. El viaje, no saben si se lo pagarán. Vestirán de negro, de la cabeza a los pies, con polo y pantalón de pinzas. Les gustaría lucir distintivos de Tui, Galicia y España "si la Administración nos apoya".

Irán al mundial estadounidense "con humildad y con esperanza de dejar alto el listón gallego" en las mesas de billar del gran palacio del juego, hasta donde llegan sólo los mejores del mundo.