Dos establecimientos de la calle Antonio Palacios y otros dos de la calle Manuel Rodrígue, en Porriño, han sufrido robos, ayer y el miércoles. Entre el primero y el último apenas trascurrieron doce horas.

El primero se produjo en el estanco que regenta María de los Ángeles Rodríguez, en la calle Manuel Rodríguez. Según narra la propietaria, sobre las ocho de la tarde dos jóvenes de unos 20 años aparcaron delante del estanco y uno de ellos entró a pedir 25 cartones de tabaco argumentado que eran para un bar. Cuando Mª Ángeles le pidió la guía obligatoria de los bares para comprar tabaco, él le dijo que la tenía en el coche, la fue a buscar pero volvió sin ella diciendo que se la había olvidado.

Según la dueña del estanco, el joven estaba inquieto y aprovechando que entraba gente agarró los cartones del mostrador; fue entonces cuando, la estanquera le golpeó las manos y se le cayeron al suelo todos menos tres que pudo llevarse como botín al coche que arrancó rápidamente.

Los otros tres robos se produjeron en torno a las cuatro de la madrugada de ayer. En la cafetería Saspi entraron cortando la reja, rompieron el cristal de la puerta, desvalijaron la máquina tragaperras y se llevaron la recaudación de la caja registradora. De un modo similar actuaron en el restaurante Compton, aunque en este caso sólo se llevaron el bote de la tragaperras. El cuarto establecimiento afectado por esta oleada de robos fue la bocatería Daira.

Los comerciantes están preocupados por estos robos y demandan más vigilancia policial