El delegado provincial de Medio Ambiente, Juan Froján, visitó las instalaciones del Distrito 17 de la Guardería de Medio Ambiente Condado Paradanta y aprovechó para hacer públicas algunas valoraciones sobre las actividades que lleva a cabo este servicio, ubicado en la ponteareana playa fluvial de A Freixa. Durante su visita, Froján informó de que en la comarca se registraron 12 denuncias por ataques de lobo.

La labor de los 10 funcionarios que trabajan en la guardería de A Freixa incluye el control de la caza y la pesca, la vigilancia de ríos y espacios naturales, la tramitación de denuncias e informes sobre daños causados por el lobo y por vertidos en ríos y montes realizados por empresas, particulares o instituciones. También realizan fichas de localización de especies autóctonas destacables de flora y fauna y tareas de control de incendios, desarrollo del protocolo adecuado en casos de envenenamiento de animales o de gripe aviar, recogida de animales salvajes heridos para llevarlos al Centro de Recuperación de Fauna de Cotorredondo y especial atención a los espacios protegidos incluidos dentro de la Red Natura.

Según explicó junto a los agentes, en cuanto a los daños producidos por el lobo en la zona, el protocolo de actuación consiste en acudir al lugar de los hechos durante las primeras 24 horas desde que ocurre el ataque, se realiza un informe y se envía a la consellería responsable para que valore si la muerte del animal fue producida por un lobo o no y, por lo tanto, si los dueños del ejemplar doméstico deben recibir la indemnización pertinente por un ataque de lobo al ganado, según informó el agente territorial Marcial Carrera. El agente explicó que "hasta hace un año en esta guardería llevábamos también los ataques del jabalí, que en 2007 fueron alrededor de unos 150 ó 160".

Sobre la recogida de animales salvajes heridos, Marcial Carrera apuntó que "el año pasado se hicieron 28 entregas en Cotorredondo y en lo que va de 2008 hemos efectuado 21 entregas". Además, el agente zonal José Manuel Prendes explicó el protocolo de actuación cuando se dan casos de envenenamiento de animales, que consiste en acudir al lugar donde se produjo la muerte del ejemplar en cuestión y recoger muestras para analizar.