El portavoz de la Comisión por la Memoria Histórica del 36 de Ponteareas, Ángel Rodríguez Gallardo, considera que la decisión del juez Garzón de delegar el caso de los crímenes del franquismo en los juzgados territoriales puede aumentar las posibilidades de que se juzgue el caso y se cree jurisprudencia al respecto.

Con la decisión del juez de la Audiencia Nacional "se abre una incógnita, pero lo que no parece probable es que de esos más de 60 juzgados territoriales, todos se inhiban por no verse capacitados para abrir esas causas. Es muy probable que se abra algún proceso marcado por las directrices que ya abriera Garzón y que eso cree cierta jurisprudencia sobre el asunto", considera Gallardo.

El portavoz de la comisión ponteareana no critica la decisión de Garzón, sino que considera que se inhibe en la causa y envía sus responsabilidades a los juzgados territoriales. "Era una de las posibilidades que barajábamos desde el principio. Dada la complejidad del asunto, Garzón decidió desviar las exhumaciones de las fosas a juzgados de instrucción provincial o de partidos judiciales. Pero en todo caso la causa da un paso más adelante, porque Garzón dio salida a un auto larguísimo, más que los anteriores, y aunque se inhibe, da recomendaciones serias sobre la necesidad de seguir investigando todas las causas señaladas en autos anteriores.

Rodríguez Gallardo valora especialmente el último auto redactado por el juez Garzón porque entiende que "incide en algunos aspectos que anteriormente apenas citara y se centra, especialmente, en los niños desaparecidos durante el franquismo, que ocupa buena parte del auto".

El auto del magistrado de la Audiencia Nacional incluye, según Gallardo, un recordatorio "tanto al Ministerio de Justicia como a la sala de lo penal de las razones por las que se inició todo este proceso que aún siguen sin juzgar, crímenes que se cometieron contra la humanidad".

El presidente de la Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica del 36 opina que "el estado español está muy nervioso", porque el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas está aprobando en los últimos años, una serie de resoluciones en las que le advierte de que "no respalda su pasado". Gallardo considera "sorprendente que un estado que se cree moderno no aprobara las resoluciones para juzgar los crímenes que se cometieron en un régimen no democrático".