La recolección de kiwi se ha iniciado en la comarca del Baixo Miño con una notable disminución de fruto que se estima entre el 25 y el 50%, en relación al pasado año. La lluvia durante la época de polinización y la climatología desfavorable en el proceso de inducción floral en el pasado año, son los factores principales que inciden en esta pérdida de producción, a los que se suman las fincas afectadas por las heladas que dañaron las plantas en el 2007. Como aspecto positivo, los productores coinciden en valorar que los frutos son de mayor tamaño y de gran calidad.

Edurne Cendra, directora técnica de Kiwi Atlántico, con 70 hectáreas en producción situadas en Tomiño, Tui y Salceda de Caselas, calculaba ayer que podrían cosecharse entre mil y mil doscientas toneladas desde el pasado 27 de octubre, en que comenzó la recolección, hasta mediados de la semana próxima en que se espera finalizar.

"Estamos con un 50% de cosecha en relación al año anterior, que fue muy bueno para nosotros". Las causas, dice, son la lluvia caída durante el mes de mayo, por lo que "no hubo buena polinización". Añade que "es un año con poca flor, no se sabe por qué; quizás por condiciones de climatología que afectaron a las plantas durante el proceso de inducción floral, que es cuando se sabe qué yema será fructífera o vegetativa". La calidad "excepcional, tanto en grados brix (nivel de azúcar) como en materia, con un 80% de agua", lo que se traduce en fruto de gran tamaño, jugoso y dulce, que aguanta mejor su conservación en cámara. Debido a la baja producción "no cubriremos toda la demanda. Venderemos menos, pero más caro", augura Cendra.

Carlos Vila, gerente de Kiwi Atlántico, con 230 hectáreas en producción en toda Galicia (el 60% en Tomiño), 74 socios y 38 productores asociados no accionistas, calculaba ayer que el alza de precio del kiwi oscilará entre el 10 y el 15%, de acuerdo con el tamaño (hay 14 calibres). Comentó que se ha notado que plantas afectadas por las heladas del pasado año perdieron producción, aunque la mayoría han rebrotado. Al no poder cubrir toda la demanda, se reducirá la exportación y se priorizará el mercado gallego y del resto de España.

Serafín Portela, técnico de Frutas Serafín, coincide en las valoraciones y calcula una cosecha de 400.000 quilos procedente de diversos productores y fincas. La recolección se realiza según la logística de la empresa.