D. Vázquez/D. Leyenda / Nigrán

La basura acumulada en Nigrán durante los últimos cuatro días como consecuencia de la huelga del servicio de limpieza empieza a suponer una seria amenaza higiénico-sanitaria para el municipio. Un informe elaborado ayer por inspectores de la Consellería de Sanidade a petición del concello advierte al ayuntamiento de la necesidad de que se ponga fin a una situación que, de persistir, contribuiría a la aparición de "factores de riesgo para la salud de las personas".

Por eso, la delegación provincial de Sanidade urgía ayer la "inmediata" retirada de los residuos comenzando por las zonas "más sensibles", como el centro de salud, las guarderías y centros de mayores, las playas y las zonas de restauración y alimentación, contempladas ya en la propuesta de servicios mínimos del concello que los trabajadores se negaron a cumplir por considerarla "excesiva".

El alcalde nigranense, Efrén Juanes, hizo responsable de la situación a Cespa, concesionaria del servicio, sobre la que "caerá todo el peso de la ley si sigue incumpliendo los servicios mínimos ahora que nos advierten de que existe un riesgo para la salud pública", apuntó.

El regidor explicó que el gobierno local "respeta el derecho de huelga" de los trabajadores, pero "cuando choca con el derecho a la salud debemos actuar con contundencia". Por eso instó a empleados y empresa a que negocien una salida al conflicto laboral "lo antes posible".

Juanes volvió a dejar claro, sin embargo, que el concello "no va a asumir gastos que no tiene la obligación moral ni legal de afrontar". Descartó así un posible incremento del importe que Nigrán abona a Cespa por el servicio de limpieza con el que cubrir la subida salarial que reclaman los trabajadores. "Sería injusto pagar con dinero público los desajustes económicos de una empresa privada", agregó.

En un comunicado, los responsables de la concesionaria se mostraban ayer dispuestos a hacer cumplir los servicios mínimos exigidos por el concello que, indicaron, "no están sujetos a negociación con los representantes sindicales, sino que deben acatarse y cumplirse sin ninguna dilación".

La empresa criticó, sin embargo, la "cerrazón e intransigencia" de los huelguistas, ante quienes dice mantener una postura "abierta al diálogo y la negociación" para encontrar una salida al conflicto. Por el momento considera "totalmente inaceptables" los incrementos salariales y las mejoras sociales que reivindican los representantes de los trabajadores, a los que Cespa ofrece una subida del 6 por ciento, muy por debajo del 12 por ciento "innegociable" que reclama la plantilla.

Arbitraje

Los trabajadores, que ayer volvieron a salir a la calle para explicar a los ciudadanos sus reivindicaciones, proponen por su parte al equipo de gobierno que acepte someterse a un proceso de arbitraje ante la Inspección de Trabajo que establezca qué servicios mínimos se deben cumplir. Aunque la plantilla reconoce la necesidad de reanudar la recogida de residuos en algunos de los lugares planteados por Sanidade, no están dispuestos a hacerlo en zonas de restauración y alimentación. En cambio, creen que los servicios mínimos podrían extenderse a las parroquias.

Playas y calles del municipio acumulan hasta ahora más de 200 toneladas de residuos, que contribuyen a aumentar las molestias a vecinos y turistas de vacaciones. La situación es especialmente grave en los arenales y en las zonas más próximas al litoral, ya que en ellas se concentra el mayor número de población.