Verónica Palleiro / PONTEAREAS

La picaresca sigue dándose en Ponteareas a la hora de aparcar; el censo de vehículos ha crecido notablemente y la problemática del tráfico sigue existieNdo a la espera de que se construya el parking subterráneo de la Plaza de Gabino Bugallal. Trucos como colocar unas cajas para reservar una plaza, pegarse el madrugón o la doble fila siguen dándose en la villa, especialmente ahora en verano cuando aumenta la afluencia de visitantes.

A modo de parche, la Concejalía de Tráfico ha habilitado tres parcelas en los alrededores del casco urbano; dos en la Avenida Castelao y una más pequeña en un lateral de la Plaza Mayor. Además, el gobierno local está estudiando la posibilidad de destinar una nueva explanada en las inmediaciones de la casa consistorial, una zona en la que se demandan aparcamientos para resolver, los días laborables, gestiones administrativas o bancarias. "Ésa es la zona que nos falta, consideramos que es estratégica y por eso estamos trabajando en ello" explica el concejal de Tráfico, Juan Carlos Carrera, quien reconoce que "Ponteareas ha sufrido un censo de vehículos amplísimo y existe un problema de tráfico que reconocemos y al que tratamos de buscar soluciones provisionales mientras no se construye el aparcamiento subterráneo" afirma.

Privados

Además, de las tres parcelas públicas y gratuitas acondicionadas por el Concello, Ponteareas cuenta con dos zonas de aparcamiento de pago. Una, anexa al Centro Artístico Sportivo y la otra en las instalaciones del colegio de La Inmaculada. Pagando un euro y medio, los conductores se despreocupan y dejan sus coches en zonas próximas a las tiendas y supermercados.

Con la intención de ganar espacio de aparcamiento, también se han pintado nuevas plazas en batería en la calle Castañal, en las inmediaciones de la estación de autobuses; entre ellas, una para minusválidos.

Desde el departamento de Tráfico insisten en la vigilancia y por ejemplo "en caso de que se aparque en zona de minusválidos, no se sanciona, se retira el vehículo" explica Carrera, quien considera que "la falta de aparcamiento no es excusa para estacionar mal" y, en ese sentido, justifica las multas de los agentes locales.

En años anteriores, el problema del aparcamiento en Ponteareas era palpable los viernes y, sobre todo, los sábados; dos días para hacer la compra. Sin embargo, en la actualidad, y como reconoce Juan Carlos Carrera "Ponteareas ha crecido mucho y la problemática ha pasado a ser diaria". No obstante, la dificultad aumenta los días de mercadillo, ya que la parte céntrica se cierra al tráfico rodado para facilitar los paseos entre los puestos o la carga de bolsas. El acceso de coches por la calle Vidales Tomé está limitado a taxis.