Arranca del centro urbano hacia la autopista del Val Miñor "partiendo en dos el barrio de O Adro, llevándose por delante varias viviendas, ocupando terrenos de la iglesia, destruyendo la casa rectoral y la fuente de San Benito y rozando la futura galescola y el cuartel de la Guardia Civil". El alcalde de Gondomar, Antonio Araúxo, describía así los efectos de la ejecución de una de las infraestructuras viarias que la Consellería de Política Territorial plantea en el municipio dentro de su plan de desarrollo metropolitano "Vigo Íntegra".

Se trata de un nuevo acceso a la autopista que desde el gobierno local gondomareño juzgan "disparatado" e "innecesario", sobre todo en un momento en el que la Xunta está a punto de acometer la reforma de los accesos ya existentes para facilitar la interconexión por autopista de los concellos miñoranos.

"¿Para qué sirve?", planteó ayer el regidor, que arremetió además contra otra de las infraestructuras recogidas en el citado plan, que prevé actuaciones en Gondomar por importe de 26 millones de euros. Veinte de estos millones se derivan a la construcción de una vía de alta capacidad que, procedente de Tomiño, conectaría con la autopista en la parroquia de Couso.

El nuevo vial se plantea como alternativa a la actual carretera PO-340 y discurre casi en paralelo a ella hasta las proximidades del casco urbano gondomareño. "Cruza cinco parroquias (Vilaza, Chaín, Morgadáns, Peitieiros y Couso), desintegra 8 núcleos de población y arrasa más de 50 viviendas", explicó Araúxo, que calificó al proyecto como un "elemento desvertebrador" para Gondomar, que "condicionará de forma grave cualquier intento de ordenación del territorio", agregó.

Esta vía de alta capacidad, que el gobierno local compara con otra infraestructura -la autopista AG-57- que ocasionó un gran perjuicio al municipio, "no ofrece además ningún servicio a Gondomar, ya que no se contempla ningún acceso o salida" en todo su recorrido por la localidad.

El gobierno, que ha pedido ya la retirada de estos proyectos a la consellería, realizará un ciclo de charlas por las parroquias para explicar su postura.