Con letras populares adaptadas al conflicto y gran despliegue de pancartas, los afectados en Gondomar por la anulación de licencias (ya pagadas) protestaron ayer en la plaza del Concello. No puede decirse que la convocatoria haya alcanzado gran concurrencia, pero sí que la insistencia en reclama proseguirá.

Son unos 200 damnificados que afrontan la sombría perspectiva de, acaso, llegar a saber, dentro de seis años, qué es de su situación. No prevalece que se les devuelva el dinero sobre la necesidad perentoria de edificar, para lo que abonaron las tasas a la anterior Corporación.

Ya metidos en la actual, con el BNG formando equipo de gobierno en precario (5 ediles de 17), los perjudicados no descartan plantear en asamblea que dimitan todos los concejales, apelando a su dignidad, y sobre la base de que son incapaces de conseguir el consenso en temas fundamentales, como es el caso que les lleva a seguir manifestándose.

Se coja por donde se coja, la solución no sale de unos corporativos a la greña y que propone salidas inviables por la vía de las siglas: se votó en contra de la propuesta del BNG gobernante para delimitar los núcleos; no se acepta la del PP de readaptar el Plan Xeral de 2006 y el PSOE tampoco parece dispuesto a participar en una moción de censura que diese la Alcaldía a sus rivales conservadores, la lista más votada.

Nos situamos, pues, ante el Concello difícilmente gobernable, no tanto por la adscripción política entre partes afines o próximas, sino por el roce particular y antiguo que hace impensable una formación "de progreso", al estilo de lo que ocurre en la Xunta.

E. T., en la protesta

Los manifestantes entonaron alalás, recurrieron al extraterrestre E.T. para reclamar "su casiña" y modificaron letras populares para mostrar su descontento y abogar por un urbanismo acorde con las necesidades de ellos mismos y del municipio.

Seis años se les antojan mucho años de incertidumbre y desplegaron una pancarta según la cual la Xunta tiene competencias para resolver esta intriga que más bien parece esperpento. Que dimitan los culpables no es des- cabellado.