Los miles de litros de alcohol que ingieren muchos de los asistentes a los festejos de la noche de San Juan en Panxón convierten desde hace algunos esta celebración tradicional en un "botellón descontrolado". Lo reconocía ayer el propio alcalde de Nigrán, Efrén Juanes, que lamentó una situación que "no podemos seguir tolerando, ya que pone en peligro la conservación de un espacio natural con un alto valor ecológico y paisajístico".

Para frenar los actos vandálicos y el deterioro de la playa, el regidor avanzó que el ayuntamiento "se plantea muy seriamente prohibir las hogueras de Panxón" el próximo año, una medida drástica con la que el gobierno local pretende "reconducir la fiesta" y devolverle, "tal vez con un parón de un par de años", su carácter tradicional, señaló el concejal de Medio Ambiente, Juan Hermida.

El propio Hermida realizó ayer un repaso minucioso de los incidentes ocurridos durante la noche del pasado lunes. Así, según la empresa Cespa, encargada de la limpieza, se recogieron más de ocho toneladas de basura esparcidas por el arenal y en los contenedores instalados en la zona. Durante la madrugada "se incendiaron seis depósitos y también se quemó uno de los aseos públicos portátiles", agregó el concejal de Medio Ambiente.

El balance de emergencias sanitarias también resulta esclarecedor, ya que se registraron seis intoxicaciones etílicas, cuatro heridos en peleas y un caso de hipotermia. Asimismo se produjo un importante número de robos, entre los que las fuerzas de seguridad destacan la sustracción de una motocicleta y de un vehículo.

A pesar de que el concello considera estos datos suficientes como para tomar medidas, quizás el principal motivo de alarma deviene de las acciones violentas contra el mobiliario y el patrimonio ambiental. "Se quemaron postes de la zona de regeneración y maderos del paseo y se ha perdido todo el trabajo de recuperación del sistema dunar realizado en el último año", apuntó Juan Hermida, quien señaló que se tardarán "entre seis meses y un año" en devolver este espacio al estado que presentaba antes de los festejos de San Juan.

El concejal de Cultura, Xosé Lois Gutiérrez, quiso dejar claro que el gobierno municipal "no pretende criminalizar a los jóvenes, pero sí llamarles la atención sobre unas prácticas que suponen una clara falta de respeto al patrimonio común y al importante trabajo desarrollado para la conservación de la playa".

Apoyo institucional

Desde hace unos años la noche de San Juan cuenta con el respaldo del concello, algo que hoy el gobierno municipal empieza a replantearse. "¿Es una fiesta que disfrutan los vecinos de Nigrán?", cuestionó Juan Hermida, una reflexión fue secundada por el alcalde al reconocer que la celebración "se nos escapa de las manos y es imposible de controlar ni con un amplio dispositivo de seguridad como el que se desplegó este año", apuntó.