El tren venía repleto de pasajeros, unas cien personas. Vecinos de Arbo, entre ellos el alcalde Manuel Rivera, y responsables de Adif y Renfe ocupaban los asientos como extras pero comentan que hubo un momento que llegaron a creerselo. "Porque el humo era de verdad y pensé que me ahogaba", contó una vecina.

El simulacro estuvo dirigido por Manuel Rodríguez Simons, responsable de Seguridad y Protección Civil de Renfe en España, que se trasladó a la localidad. Una vez ocurrido el siniestro, el maquinista llamó al centro operativo de la compañía y éste dio la voz de alarma, y avisó a los efectivos de emergencias más próximos.

Los bomberos voluntarios de Melgaço -situados a pocos kilómetros -fueron los primeros en llegar. Hicieron sonar sirenas y cruzaron el puente internacional como auténticas balas.

Arturo Rodríguez, el presidente de los bomberos portugueses, se mostró contento de "dar la talla" y explicó que es normal que los portugueses lleguen siempre antes. "Llegamos en cuanto nos avisan y a veces antes de que nos avisen". Añadió que en este caso se sabía del simulacro pero no había nada preparado "todo como cualquier día del año, recibimos la llamada y partimos al lugar". Después llegaron los de Ponteareas, a tiempo para excarcelar y colaborar en el rescate de heridos, su auténtica especialidad.

Tras darse la alerta, la estación de Arbo fue un hervidero de sirenas. Protección Civil, ambulancias del 112 y la Guardia Civil cortó el tráfico en la entrada a la estación.

En el accidente simulado hay varios heridos. Los equipos de emergencia accedieron al tren y los sacaron, algunos inhalaron humo y tenían síntomas de intoxicación. Hubo que suministrarles oxígeno y colocarles las mascarillas. Todo se hizo con destreza y rapidez. Otros pasajeros evacuaron el tren siguiendo las instrucciones del personal de seguridad.

Tras el simulacro, el jefe del operativo consideró que fue un éxito. "Hemos hecho este simulacro aquí por estar cerca de la frontera y poder controlar la respuesta externa, es una de las recomendaciones internacionales para estas acciones".

El simulacro forma parte del Plan de Autoprotección de Renfe y se incluye dentro de los que organiza la compañía con público y prensa.