Los vecinos del bloque de edificios afectado en Salvaterra por los murciélagos deben librarse de los excrementos, pero gracias a sus inquilinos voladores pueden dormir en verano con las ventanas abiertas y sin mosquitos, según afirman responsables de Medio Ambiente.

"Este tipo de murciélago, el más pequeño que existe, elige zonas cerca de humedales para pasar el verano; se alimenta de mosquitos y llega a comer diariamente la mitad de su peso... Es el mejor antimosquitos natural que existe", indica Marcial Rodríguez, técnico de Medio Ambiente.

Las amplias zonas del Miño son lugares ideales para que estos mamíferos voladores puedan comer atrapando los mosquitos al vuelo a velocidades muy superiores a las de cualquier pájaro.

José Manuel González, vecino del Japeto 13, afirma que "después de haberlos visto, algunas noches que me quedé en el patio de luces, aluciné con la velocidad con la que subían, volando en picado, es impresionante".

Los vecinos temían que los murciélagos pudiesen transmitir alguna enfermedad grave. Los expertos de Medio Ambiente les tranquilizaron ya que esta especie "no trasmite la rabia con su mordedura", lo que es un alivio, aunque siguen preocupados por los parásitos como ácaros o piojos, que pueden transmitir a los niños.