La empresa dedicada a la extracción de piedra proyecta construir una cantera en los montes de tres municipios de la comarca, Redondela, Soutomaior y Pazos de Borbén. Concretamente, la compañía Minor Galicia S.L. estudia varias zonas de las parroquias de Ventosela, Moreira y Amoedo para extraer granito y ha iniciado los contactos con las distintas comunidades de montes para conocer su postura. La compañía dispone de un permiso de la Consellería de Industria para realizar un estudio de explotación en la zona, que se divide en 16 cuadrículas entre los tres municipios.

El proyecto, redactado en abril del pasado año, cumplió ya el periodo de exposición pública en el tablón de anuncios del Concello de Redondela, aunque el plazo oficial para presentación de alegaciones no se abrirá hasta la publicación en el Diario Oficial de Galicia (DOG).

Los comuneros y vecinos de las tres parroquias afectadas han mostrado su rechazo a la propuesta de esta empresa por el grave impacto ambiental que causaría en los montes, además de las molestias que generaría a los residentes por el ruido y polvo que provoca la extracción de mineral.

El presidente de la comunidad de montes de Amoedo, Manuel Fernández, recuerda que los representantes de la empresa comunicaron hace un año su intención de realizar sondeos en el monte y se llevó a una asamblea. "Hubo un rechazo unánime por las afecciones que causaría a los manantiales e incluso a una zona de petroglifos y otros grabados rupestres, por lo que enviamos escritos a los departamentos de Medio Ambiente y Patrimonio para expresar nuestra preocupación y oposición a este proyecto", apunta Fernández.

Por su parte, el portavoz de los comuneros de Ventosela, Xosé Couñago, destaca los problemas de ruido, polvo y vibraciones que causaría en la parroquia la instalación de una cantera, además de la contaminación de acuíferos. "Afectaría directamente a la calidad de vida de los vecinos, puesto que en esta parroquia se instalaría a menos de un kilómetro de las casas", explica.

Couñago también muestra su preocupación por el tratamiento de residuos que genere la cantera, que suponen una amenaza para los recursos hídricos, y por el incremento del tráfico de vehículos pesados por la parroquia.