La Policía Local y la Guardia Civil impidieron ayer a representantes de la plataforma anticatastro paralizar la actividad del Concello de Moaña. Unas treinta personas se concentraron antes de las ocho a las puertas del consistorio, impidiendo a los funcionarios acudir a su puesto de trabajo. Uno de los primeros en entrar fue el teniente alcalde socialista Víctor Pastoriza, lo que hizo con la ayuda de la Policía Local, que retuvo no sin esfuerzo a los concentrados.

Poco después, el alcalde Xosé Manuel Millán, que se encontraba en Pontevedra en una reunión, ordenaba dar aviso a la Guardia Civil. Una decena de agentes se personaban a las puertas del consistorio moañés, abriendo un pasillo y propiciando la entrada al edificio. A partir de entonces, los manifestantes iniciaban una ensordecedora cacerolada, protesta que alternaban con constantes visitas a los cinco miembros de la plataforma que por cuarto día consecutivo se mantenían en huelga de hambre junto a la Alcaldía. También allí, otros vecinos se dedicaban a increpar a los ediles Víctor Pastoriza y Arturo González cada vez que entraban o salían de sus despachos. Ello no impidió sin embargo que, a media mañana, el teniente alcalde accediese a la petición de los huelguistas de abrir la puerta y el balcón de la Alcaldía para que entrase el aire. La ruidosa protesta se prolongaría hasta más allá del mediodía, y una vez que hacía acto de presencia en el consistorio el regidor municipal, recibido por los vecinos anticatastro con un gesto de firmes.

Sin posibilidad legal

Por otra parte, el Ministerio de Economía y Hacienda descartó ayer dejar sin efecto la revisión del Catastro de Moaña al "no existir ninguna posibilidad legal" para invalidar la nueva ponencia de valores una vez aprobada y aclararon que "no es posible su rechazo por el municipio", lo que no quiere decir que "no se deban atender las reclamaciones que reúnan las condiciones legales adecuadas". Puntualizaron que Moaña es uno de los ayuntamientos de España que más retraso acumula en la revisión catastral, la primera que se lleva a efecto "en 18 años", y aseguraron que ese proceso se materializó a instancias del concello moañés.