Los trabajadores del grupo constructivo Marbar, con sede en Tomiño, recurrirán ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia la sentencia del Juzgado de lo Social Número 5 de Vigo, que acaba de reconocer la nulidad de los despidos, al entender que "son incorrectas las cantidades que constan en las liquidaciones como bases reguladoras, a excepción de dos casos", explicaron ayer tres de los trabajadores en paro.

El juzgado vigués es quien ha establecido indemnizaciones a los empleados y, según la antigüedad, oscilan entre los 1.000 y 30.000 euros. La nulidad de los despidos y la extinción de los contratos, según la juez, se establece a partir del día 7 de abril.

Es un episodio más de este caso que comenzaba el pasado 21 de enero de este año, con la desaparición de su gerente, Manuel Martínez Barros. Ayer, su hijo mayor Marcos Martínez, confirmaba estar al corriente de los procesos judiciales y manifestaba su confianza en el abogado que representa sus intereses.

Los trabajadores están satisfechos con que se haya reconocido la nulidad de su despido. "Nos sentimos bien al conocer el pasado martes, en la sede de la CIG, la sentencia y estaremos en la fábrica mientras no cobremos", explicaban ayer los tres únicos trabajadores que a primera hora de la tarde permanecían de vigilancia en las instalaciones del grupo.

Ramiro Cruz Iglesias, de 45 años (encargado de obra) que comienza el lunes a trabajar en otra firma; Antonio González Rodríguez, de 30 años, cantero; y Arturo Rodríguez Rodríguez, de 45 años, albañil oficial de segunda, informaban que "hay unos 20 trabajadores en paro". También comentaban que el jueves de la pasada semana un tasador enviado por la CIG acudió a las dependencias "tomó nota de todo para poder valorar si los bienes que hay llegan para pagarnos". Calculaban que la liquidación "correcta" puede suponer un desembolso superior al millón de euros. Esperan que llegue el dinero para pagar vigilancia y así poder descansar.