Hasta ahora parecía que los monos no experimentaban una reacción emocional ante la música, pero un estudio realizado con titís de cabeza blanca desvela cómo estos animales sí responden a determinadas canciones, siempre y cuando sean las que ellos mismos "cantan".

Los dos responsables de esta investigación, un profesor de la Universidad estadounidense de Wisconsin-Madison y un violonchelista, sostienen que el distinto tono y la velocidad de una voz expresa el estado emocional de quien la emite. El objetivo era demostrar que, en este aspecto, los monos también son bastante parecidos a los seres humanos, y que existe, por tanto, una intencionalidad en el tono de voz de los titís de cabeza blanca.

Para ello, el músico compuso varias canciones utilizando los sonidos emitidos por los animales, para comprobar si existía algún tipo de reacción emocional al escucharlos. Algunos de los extractos pretendían inquietarles y otros provocar sentimientos de seguridad y felicidad.

Tras cinco minutos de escucha de la primera clase de música, los primates mostraban signos de ansiedad y agitación. Con la segunda, en cambio, mostraban una actitud más relajada: se movían menos y comían más.

El heavy metal, relajante

Sin embargo, otra de las grandes sorpresas que revela este estudio es que los titís decodifican las emociones en los sonidos de manera muy diferente a los seres humanos, en concreto en lo referido a los crecientes y decrecientes.

De hecho, una de las pocas músicas humanas con la que sí consiguieron reacción en los titís de cabeza blanca fue el heavy metal de Metallica, que curiosamente les produjo sensación de calma.