Las posibilidades de recuperar a Borja Iglesias la próxima temporada se complican para el Celta. La continuidad del delantero compostelano no es tanto una cuestión económica como deportiva y va a depender en gran medida de si el Zaragoza, que mañana inicia el play-off de promoción frente al Numancia, consigue el ascenso a Primera División.

La prioridad de Borja Iglesias es disponer de minutos la próxima temporada y el jugador es consciente de que la gran competencia que va a encontrarse en el Celta con Iago Aspas y Maxi Gómez le cierra, al menos de partida, el camino de la titularidad.

El Celta le ha presentado al delantero una oferta de renovación por cinco temporadas. Dicha oferta contempla una importante mejora económica que situaría al delantero en el segundo nivel más alto del escalafón salarial. El club no descarta mejorar su propuesta aunque cree que no es el dinero la principal motivación de Iglesias, que da absoluta prioridad a la cuestión deportiva.

El caso es que el ascenso a Primera División situaría al Zaragoza en disposición de abordar el fichaje de Iglesias. El club maño quiere que el santiagués sea el referente de su nuevo proyecto en la máxima categoría y está dispuesto a echar el resto por garantizarse los servicios de un jugador que ha ofrecido un excepcional rendimiento en su primera temporada en Segunda División y que ha calado profundamente en la afición de La Romareda, que lo ha convertido en su nuevo ídolo.

El ascenso del Zaragoza condicionará, por tanto, el futuro de Borja Iglesias. Si el equipo aragonés vuelve a Primera, va a ser muy difícil retenerlo. Incluso si el Celta sube su oferta, las facilidades de disponer minutos que le ofrece el conjunto maño y que el club celeste no puede garantizarle van a ser muy complicadas de contrarrestar.

Pero en el caso de que el Zaragoza permanezca en Segunda División tampoco va a resultar sencillo retener a Iglesias, cuya gran campaña en el Zaragoza ha sido seguida con gran interés en Inglaterra y Escocia. Diversos equipos de la pujante Premier League han puesto sus ojos en el delantero celeste, que no ve con malos ojos la posibilidad de vivir una experiencia profesional en el extranjero

Borja Iglesias tiene contrato en vigor hasta junio del próximo año y una cláusula de rescisión de 10 millones de euros. En sus circunstancias el club no va a poder exigir tal cantidad por su traspaso, que podría concretarse, en el momento de que lleguen propuestas en firme, por un montante de entre 7 y 8 millones de euros.

El futuro de Iglesias va a condicionar también la contratación del atacante que Antonio Mohamed ha pedido para reforzar al equipo y, en cierta medida, el porvenir de Claudio Beauvue, cuya continuidad está también en el aire. Si Borja no regresa al Celta, el antillano tendría más opciones de quedarse; si vuelve, Beauvue dejaría muy probablemente el equipo. De la continuidad de uno y otro va a depender también el perfil del atacante. Si alguno de los dos sigue el club buscaría un jugador de banda; si ambos se marchan se contrataría otro delantero.