La suerte está echada para Iago Aspas. El goleador del Celta se incorpora esta tarde a la concentración de la selección española para iniciar a las órdenes de Julen Lopetegui la preparación del próximo Mundial de Rusia, en el que la Roja parte entre los favoritos al título.

La participación en una Copa del Mundo supone para el artillero la materialización de un sueño infantil que le ha llegado rebasada la treintena y que el moañés se ha tenido que labrar a golpe de talento, liderando durante dos temporadas el gol español en la pujante Liga española.

La estrella del Celta tiene que presentarse en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas antes de las 18.30 horas, la hora oficial fijada por el seleccionador para iniciar la concentración de los futbolistas que participarán en el Mundial. A esta cita están únicamente dispensados los seis jugadores del Real Madrid (Ramos, Carvajal, Nacho, Isco, Asensio y Lucas Vázquez) que el pasado sábado se conquistaron en Kiev la Liga de Campeones frente al Liverpool, que se unirán al grupo dentro de una semana.

Jesús Vallejo (Real Madrid), Rodrigo Hernández, Rodri, (Villarreal), Mikel Oyarzabal (Real Sociedad) y Yeray Álvarez, Unai Núñez e Iñaki Willians (Athletic) han sido invitados por Lopetegui para cubrir entretanto su ausencia.

Iago Aspas se planta en la concentración de la selección en un momento de forma excelso, el mejor de su carrera, con la ambición de hacer a España campeona y la intención de brillar con luz propia, si la oportunidad se lo permite, en el mayor escaparate futbolístico del planeta.

Su futuro en el Celta va a depender muy probablemente de su rendimiento con la selección. Si la fortuna y el gol le sonríen y España llega lejos en el torneo, los 40 millones euros estipulados en la cláusula de rescisión de su contrato pueden no bastar para retenerlo, a pesar de que en agosto próximo cumplirá 31 años.

Carlos Mouriño ha dejado claro que no lo venderá por menos, pero también ha reconocido que no le cortará las alas si algún equipo paga la cláusula e incluso ofrece facilidades de pago. El nuevo técnico, Antonio Mohamed, cuenta con él para liderar su proyecto, pero queda demasiada tela por cortar como para dar por sentada la continuidad de un delantero que, como el buen vino, ha ido mejorando con los años sin que hasta el momento se haya podido delimitar su techo.

En noviembre de 2016, cuando Aspas se coló de rebote en la lista de Lopetegui por lesión de Diego Costa, seguramente ni él mismo sospechaba que acabaría integrando la lista definitiva del seleccionador como favorito de la afición por delante de hombres tan mediáticos como Álvaro Morata, con militancia en equipos de tanto fuste como el Real Madrid, la Juventus o el Chelsea.

El delantero celeste ha tenido que trabajar muy duro para hacerse un hueco batallando en un doble frente. Con la selección ha tenido que aprovechar al máximo los pocos minutos sueltos que Lopetegui le ha ido dando en este último año y medio -apenas 298 en 8 partidos y solo en uno de ellos, un amistoso ante Colombia, como titular- con actuaciones estelares frente a rivales de tanta envergadura como Inglaterra o Argentina. Pero sus mayores méritos los ha contraído Aspas en dos campañas superlativas con el Celta en las que ha liderado claramente el gol nacional en LaLiga y ha anotado casi medio centenar de tantos (49) en tres competiciones. El compromiso con su club, la humildad y el trabajo pero sobre todo el talento han marcado su camino. Y con este talante, afinando su puesta a punto para la concentración de la Roja mientras sus compañeros disfrutaban de sus vacaciones, ha seguido hasta ahora. Hoy saborea por fin un merecido sueño. Los próximos amistosos ante Suiza (3 de junio) y Túnez (9 de junio), últimas citas preparatorias antes del Mundial, permitirán intuir cuál puede ser su protagonismo en Rusia.