Iago Aspas no se concede tregua. El delantero celeste acaricia por fin el sueño de disputar un Mundial y se ha propuesto llegar a la concentración de La Roja el próximo viernes en Las Rozas en plenitud de facultades. Por eso, mientras la mayoría de sus compañeros disfruta de sus vacaciones, Iago afina su puesta a punto batiéndose en solitario el cobre en A Madroa. Y así seguirá los dos próximos días antes de viajar a Madrid para unirse al resto de los internacionales españoles.
El único representante del Celta en el Mundial de Rusia apenas se ha concedido un día de descanso para degustar la llamada de Julen Lopetegui, un secreto a voces que él siempre se ha negado a asumir por anticipado y que celebró rodeado de sus más cercanos, aislado del revuelo mediático. Apenas 24 horas de respiro. Hoy sigue de nuevo al pie del cañón.