Tras dispararse los rumores la noche del domingo, en las últimas horas se ha confirmado que Antonio el 'Turco' Mohamed dirigirá al Celta. Un entrenador que ha desarrollado toda su carrera en su país, Argentina, y en México, y que no es demasiado conocido a este lado del Atlántico.

El 'Turco' Mohamed (1970), con una larga trayectoria tanto sobre el campo como en los banquillos, tuvo, en cambio, su batalla más dura fuera de los terrenos de juego: un terrible accidente acabó con la vida de su hijo Farid, de nueve años, y le tuvo a él ingresado durante 40 días en un hospital.

Ocurrió durante el Mundial de Alemania 2006. Según él mismo contó un año después en una entrevista en televisión, Antonio había acudido a la cita mundialista espoleado por su hijo, que tenía el sueño de seguir a la selección argentina en el campeonato más importante. Mohamed, de aquella ya en los banquillos, había acabado la temporada con la moral tocada tras perder su equipo, Huracán, la promoción por el ascenso a la máxima categoría de Argentina. Pero ante la petición de Farid se animó y, junto a un grupo de 12 amigos, pusieron rumbo a Europa.

La aventura de Argentina se acabó en cuartos de final, al perder por penaltis contra la anfitriona. Y justo ahí comenzó la tragedia del 'Turco'. Tras la derrota, el grupo de amigos decidió sacarse los billetes de vuelta para el día siguiente. Cuando, de madrugada, Antonio, Farid y otros tres amigos viajaban entre Berlín -donde se había jugado el partido- y Frankfurt -donde tenían que tomar el vuelo- un coche que circulaba a gran velocidad alcanzó por detrás la autocaravana en la que iban. El vehículo quedó partido en dos.

Los cuatro adultos fueron ingresados con heridas de gravedad, pero la situación más preocupante era el del niño, en estado crítico. A los tres días sucumbió a las lesiones en un hospital de la ciudad de Jena. Su padre se pasó 40 días hospitalizado, tras una triple fractura de pierna que a punto estuvo de dejarle sin extremidad.

"Estoy tratando de seguir con la vida", confesaba el Turco un año después de la tragedia. Esa misma temporada conseguiría el ascenso que se le había resistido la campaña anterior. "Lo primero que recordé cuando Gordillo hizo el tercer gol fue la cara de mi hijo llorando en el Mundial. A partir de ahí, no pude ver nada más", rememoraba en otra entrevista después de lograr el objetivo que no había podido dedicar a Farid el año anterior.