Aunque el Celta confirmó oficialmente unas horas después del partido que Juan Carlos Unzué no va a seguir al frente del equipo la próxima temporada, el técnico navarro eludió ayer hacer balance de la temporada, que aplazó hasta la rueda de prensa de despedida que ofrecerá mañana en Balaídos. "La temporada ha acabado pero el club ha organizado una rueda de prensa para hacer este balance general y, si no os importa, lo dejo para ese momento", justificó el preparador céltico, que no quiso confirmar si el de Levante había sido (como ratificó poco después el club) su último partido al frente del banquillo de Balaídos. "Ha sido el último partido de LaLiga, por cierto con un resultado que nos hacía falta y que nos ha dado una alegría que, en el fondo, merecíamos", se limitó a señalar.

A Unzué se le interpeló también sobre la gran influencia de Iago Aspas en el equipo y se le preguntó si considera que debía ser titular con la selección española en el próximo Mundial de Rusia. "No es nada nuevo, ni creo que la gente se haya dado cuenta hoy. Ya no hablo solamente de este año. También están sus números de estos últimos años. Es como a cualquier otro equipo si le quitas a su mejor jugador. Es un jugador determinante y, cuando tiene este nivel, sus compañeros están acostumbrados a que sea él el que asuma ciertas responsabilidades. Y cuando no está, ellos hacen lo mismo, pero la parte final, que es la que define el fútbol, ya no parece lo mismo. Hemos jugado algunos partidos interesantes sin él en lo que es inicio y progresión o con el rival replegado y lo hemos hecho muy bien hasta tres cuartos de campo, pero nos ha costado siempre un poquito más en esa parte final y ahí es donde entra él en acción", apuntó Unzué, que no quiso mojarse sobre la lista de Lopetegui. "Me encantaría porque ha hecho méritos para ello pero también es verdad que el papel del seleccionador no es fácil porque el nivel de competencia ha sido muy alto. En el fondo esta competencia ha hecho que todo el mundo esté a su máximo nivel y le ha beneficiado a Iago y nos ha beneficiado a nosotros como equipo", dijo.

El ya exentrenador celeste no supo explicar las causas del bajón de juego sufrido por su equipo lejos de Balaídos durante prácticamente toda la segunda vuelta del campeonato. "Los números de la primera vuelta fuera fueron tan buenos o mejores que en casa. La primera vuelta fue muy equilibrada, nos costó más en casa, porque en varios partidos fuimos ganando y luego no pudimos consolidar la victoria dejando una sensación de vacío grande. Luego, haciendo más o menos lo mismo en cada partido, hemos intentado jugar igual en casa que fuera, pero esto es fútbol y no hemos sido capaces de sacar los puntos para pelear por nuestro máximo objetivo. Son cosas del fútbol, algo que no se puede explicar, que muchas veces responde a cuestiones de ánimo", apuntó.