Eduardo Berizzo se encuentra en Vigo disfrutando de unos días de descanso antes de abordar su futuro en los banquillos. El técnico, que lleva en la ciudad desde el pasado fin de semana, visitó ayer al director general del Celta, Antonio Chaves, con el que tomó café en el centro de la ciudad.

El encuentro, en un momento en el que el Celta está buscando entrenador, podría dar lugar a alguna extraña conjetura, pero es evidente que ahora mismo ni el club vigués piensa en el argentino ni Berizzo en regresar a Vigo. Tal vez en el futuro encuentren ese momento de unir de nuevo sus caminos, pero no ahora.

Pese a lo duro de la ruptura de hace un año, Berizzo mantiene una buena relación personal con algunos dirigentes del Celta y esta no es la primera vez que se encuentra con ellos desde que saliese del banquillo de Balaídos.

El argentino se siente muy identificado con una ciudad que le prestó una gran acogida como jugador y más tarde como entrenador. Y Berizzo se siente un vigués más, pues eligió la ciudad para operarse de una rodilla nada más concluir la temporada pasada y después de que se hiciese oficial que no continuaría al frente de la plantilla del Celta.

Al conocer que sufría cáncer de próstata, Berizzo barajó la posibilidad de someterse a tratamiento quirúrgico en Vigo. Agradeció las innumerables muestras de apoyo y cariño que recibió desde la ciudad viguesa y el celtismo en general durante la enfermedad que le apartó del Sevilla, donde finalmente decidieron prescindir de sus servicios. Una vez concluida su etapa en la capital andaluza, algunos de sus colaboradores se pasaron por Vigo para saludar a los muchos amigos que hicieron en los años que trabajaron en el Celta.

Berizzo, al que en Bilbao dan como principal candidato para suplir a Ziganda al frente del Athletic Club, ha querido pasarse también por Vigo para disfrutar de unos días de descanso y saludar a su círculo más íntimo de amigos. Con Chaves compartió un café y una charla que dio pie a que más de uno pensase que se había abierto la puerta a su regreso, algo completamente imposible en estos momentos.

Durante el fin de semana, Berizzo también se pasó por la zona del Arenal, donde se fotografió junto a algún aficionado y escuchó peticiones de que regrese al Celta, donde se le sigue queriendo.