El Celta visita el estadio Santiago Bernabéu (20:45 horas, Bein LaLiga) con la obligación moral de mejorar su duodécimo puesto en la clasificación, por lo que supone de beneficio económico para el club y de prestigio deportivo para jugadores y técnicos. A los celestes les recibe un Real Madrid que también carece de objetivos en LaLiga, más allá de pelearle la segunda plaza al Atlético, aunque con la necesidad de aprovechar la ocasión como ensayo general de la final de la Liga de Campeones que el 26 de mayo le enfrentará al Liverpool en Kiev. Mientras tanto, Unzué ha recuperado a Iago Aspas y a Nemanja Radoja, pero pierde por lesión a Pione Sisto y a Emre Mor, aunque el turcodanés continúa apartado del equipo por indisciplina. Zidane, por su parte, echa mano de los titulares que no actuaron a mitad de semana en Sevilla para que comiencen a preparar el compromiso más importante del año. Los lesionados Cristiano Ronaldo y Carvajal son las únicas ausencias del conjunto blanco ante el rival que el curso pasado lo apeó de la Copa del Rey.

La cita de esta noche se presenta como la de la cuenta atrás para Unzué como entrenador del Celta, después de que el presidente Carlos Mouriño reconociese en una emisora de radio que el navarro no continuará en Vigo la próxima temporada y que el club le busca sustituto. Jugadores como Jonny, Wass y algunos más también parecen tener las horas contadas como celestes. El cambio de ciclo al que se enfrenta el Celta podría suponer una profunda renovación en una plantilla mejor valorada que los resultados obtenidos esta temporada.

Por encima de todos sus compañeros brilla Iago Aspas, que vuelve a una convocatoria tras sufrir una rotura fibrilar en el bíceps femoral derecho ante el Barcelona. En su ausencia, el Celta acabó por enterrar sus opciones de alcanzar la séptima plaza y el consiguiente premio europeo. El moañés, pendiente de su convocatoria para el Mundial de Rusia, quiere probarse en un gran escenario. Unzué señaló ayer que el máximo goleador español de LaLiga no se encuentra en condiciones físicas de aguantar el partido completo, pero es casi seguro que volverá a compartir el ataque con Maxi Gómez. Sin los lesionados Sisto y Mor, el Celta acude a Madrid con un único tercer atacante específico, Lucas Boyé.

La escasez de delanteros no supone ningún contratiempo para el entrenador céltico, que suele recurrir a centrocampistas ofensivos para completar la línea más adelantada del equipo. En ese caso, Brais Méndez y Daniel Wass se perfilan como candidatos a moverse por las bandas, con Lobotka y Jozabed o Tucu Hernández ejerciendo como pivotes. En defensa, la única duda es si Cabral repite como titular o entra de nuevo Roncaglia para acompañar a Sergi Gómez como pareja de centrales. Mallo y Jonny vigilarán las bandas, mientras que Sergio Álvarez continuará bajo el larguero.

Después de encadenar cinco jornadas de Liga sin ganar y siete a domicilio donde solo obtuvo un empate, el Celta afronta el reto de volver a ganar en un gran escenario, como ya hizo hace un año en la Copa (1-2) y mejorar la mala imagen de este tramo final del campeonato. El Bernabéu no admite trámites, aunque Real Madrid y Celta nada se jueguen en esta Liga a la que le restan dos jornadas. No obstante, los de Zidane necesitan realizar un buen ensayo para la final continental y los de Unzué, sumar puntos que frenen su caída hacia la zona más oscura de la tabla (el Leganés es decimoséptimo, con seis puntos menos).

Después de la pobre imagen que ofreció en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla, en el encuentro que había sido aplazado por la final de Copa del Rey y que significó la sexta derrota liguera del Real Madrid (3-2), la segunda unidad del equipo blanco pierde protagonismo y será la mayoría del bloque de titulares la que se mida esta noche al Celta.

El nivel que exigirá el Liverpool en la cita en la que el Real Madrid se juega que su temporada sea un éxito o un fracaso provoca que Zidane quiera que sus titulares lleguen en plena forma a Kiev. Ante el equipo vigués volverá a contar en el once inicial con Raphael Varane, Marcelo, Toni Kroos o Luka Modric, y la atención se centra en el más que posible retorno de Isco Alarcón. El malagueño cayó lesionado en el Allianz Arena ante el Bayern Múnich y desde entonces se ha perdido cuatro partidos por un esguince de hombro. Se perfila como novedad en un once al que regresará Gareth Bale, que ha brillado en los dos últimos partidos que jugó en Liga. Todo indica que será el último partido del galés con la camiseta del Real Madrid en el Bernabéu, un estadio donde los de Zidane han tropezado muchas veces este curso.