El problema fue muy visible en el tramo inicial de la Liga. A finales del mes septiembre nada menos que 10 puntos se habían ido por el sumidero cuando el Celta acariciaba la victoria con la yema de los dedos. El duelo inaugural de la Liga, contra la Real Sociedad, fue premonitorio. En esta primera jornada el Celta iba ganando al conjunto de Eusebio Sacristán por 2-1 a falta de diez minutos para el final del choque, pero el cuadro txuri-urdin dio la vuelta al marcador con los goles de Juanpe, en el minuto 80, y de Willian José, en el 88, gracias a un penalti de Jonny por una falta fuera del área. En un abrir y cerrar de ojos, los celestes pasaron de ganar tres puntos a perder tres.
En la segunda jornada, en el Benito Villamarín, el Celta volvió a adelantarse en el marcador por medio de Maxi Gómez. Sergio León empató a la media hora de juego y, Feddal, con un certero cabezazo en el minuto 77, acabó dando el triunfo al Betis. Otro punto menos.
En la quinta jornada, en Balaídos frente al Getafe, fue el canario Ángel que hombre que privó del triunfo a los celestes anotando el gol del empate (Maxi había adelantado al equipo de Unzué en el primer tiempo) a cuatro minutos del final. Se iban otros dos puntos.
Tras un duelo eléctrico, con alternativas en el marcador en el cuarto de hora inicial, los celestes volvieron a desperdiciar la ventaja adquirida a 14 minutos del final frente al Girona con un gol de falta de Wass. Diez minutos después, Juanpe establecía el empate hurtando dos puntos más al Celta.
Tres jornadas después, el equipo vigués se medía en La Rosaleda al colista, Málaga, que solo había sido capaz de sumar un empate en las diez primeras jornadas de Liga. Los andaluces se adelantaron sin embargo en la última jugada antes del descanso por medio de Adrián González. Aunque Aspas igualó la contienda a 14 minutos del final, los andaluces se llevaban su primera victoria del curso gracias a un penalti por mano de Gustavo Cabral en el área que Recio transformaba en el minuto 83 de partido. Otro punto al garete.
Antes del final de la primera vuelta, el Celta se dejó otro punto en Mestalla, en este caso por un grave error arbitral. Tras igualar Iago Aspas al inicio del segundo tiempo el tanto anotado por el italiano Simone Zaza antes del intermedio, el andaluz Munuera Montero no vio un penalti a Lobotka y se inventó en cambio otro de Pablo Hernández a Nacho Gil en una jugada intrascendente. Parejo transformó la pena máxima dando el triunfo a los valencianistas. Era el minuto 81.
En la segunda vuelta el Celta ha recibido bastantes menos goles en los últimos minutos. Salvo frente a la Real Sociedad, el equipo vigués ha perdido de forma clara todos sus partidos lejos de Balaídos, con lo que las remontadas del rival en los últimos minutos se ha producido en casa. Así, frente al Espanyol, en la jornada vigésimo tercera, fue Gerard Moreno el encargado de aguar la fiesta al Celta. El canterano perico estableció el empate a tres minutos del tiempo reglamentado después de que Maxi Gómez, en los minutos 32 y 80, hubiese dado la vuelta al tanto de Leo Baptistao a los 10 minutos de iniciarse el choque.
Y el último episodio lo escribió Lucas Pérez el pasado sábado, privando al Celta del triunfo (y de otros dos puntos) en el último sorbo del partido.
