La ilusión del Celta Zorka no se agotó en La Fonteta. La fase de ascenso disputada la renueva y dispara. El presidente del club, Carlos Álvarez, ya había avanzado las líneas del próximo proyecto con su director deportivo, Carlos Colinas. El diseño comenzará a concretarse esta semana. La próxima plantilla se construirá ajustada a las posibilidades financieras pero será más amplia y talentosa, con el ascenso a Liga 1 como claro objetivo.

La expedición celeste llegó ayer por la noche a Vigo tras cruzar la península de este a oeste en autobús. Las jugadoras irán yéndose en los próximos días conociendo los planes celestes. El club pretende que la mayoría siga. Cada caso tiene sus circunstancias específicas. La continuidad del estilo, ese baloncesto dinámico, equilibrado y agresivo, queda garantizado por su artífice, Cristina Cantero, y los miembros de su cuerpo técnico. Jamás han existido dudas respecto a Cantero. Pero la andaluza ha demostrado que puede dirigir al Celta hacia el ascenso igual que logró la permanencia en circunstancias ásperas.

El Celta estuvo a un solo triple, como los lanzados por Lacorzana y Ogoke, de regresar a la élite. No era una exigencia, sin embargo. El anfitrión Valencia y el Ensino, los finalmente agraciados, poseían mayor potencial. Incluso el Gran Canaria era más favorito. La única meta marcada por la directiva era la clasificación en sí para la fase; una experiencia desconocida y necesaria. Ese capítulo se ha completado.

El rendimiento céltico tanto en liga regular como en el torneo decisivo reafirman la autoestima y la fe en el camino elegido. Pero también han señalado carencias: el Celta necesita una plantilla más profunda para afrontar cuatro partidos consecutivos de tanta exigencia. Se habla de elevar la calidad y solucionar carencias específicas. En resumen, se incrementará la apuesta.

Pero antes que fichar, toca renovar. Algo difícil porque las célticas han elevado su cotización. Solo la base Anne Seniosain y la pívot Raquel Carrera tienen contrato hasta 2019. Y ni siquiera eso puede garantizar la continuidad de estas piezas esenciales, aunque en el club esperan que sí. Carrera es una joya de 16 años con muchos pretendientes. Pero ella y su familia siempre se han comportado con paciencia, dando prioridad a su proceso formativo tanto a nivel de estudios como de baloncesto. Más dudas genera Ainhoa Lacorzana, que firmó por un año con la perspectiva de emprender tal vez después la aventura universitaria estadounidense. La sevillana debe decidir.

Respecto a las jugadoras maduras, el Celta está encantado con Itziar Germán -que apenas jugó en la final por culpa de un fuerte golpe en el psoas-. Negociarán con ella la renovación. Germán ya ha anticipado que no le obsesionan ni la Liga 1 ni la ficha, sino poder trabajar tan a gusto como en Vigo. Y aunque con las jugadoras extranjeras suele pesar sobre todo la oferta económica, también el buen entorno es un argumento que Minata Keita valora. La gente de la casa, capitaneada por Laura Alonso, con jóvenes cada vez más fogueadas, daría cuerpo a la estructura. Y a partir de ahí, refuerzos.

Una de las ventajas es que el Celta Zorka ya no tendrá que competir con rivales poderosos y curtidos como Valencia y Ensino. De los que descienden, el Logroño sí tiene un gran poder adquisitivo. -el otro es Estudiantes-. El ascenso no será fácil. Pero sí el horizonte al que ya aspirar claramente.