El Celta es uno de los especialistas de LaLiga en la recuperación del balón en la zona de tres cuartos, en campo rival, lo que facilita su producción ofensiva. El equipo de Unzué es el quinto de la competición doméstica que más balones roba al rival en esa parcela de medios del campo contrario. Tres equipos vascos (Eibar, Athletic Club y Real Sociedad) y el Barcelona son los únicos que superan a los célticos en la recuperación en esta parcela del césped, según los datos aportados por la web Fútbol Avanzado, dedicada a la estadística y al tratamiento del big data.
El equipo de Unzué obtiene en esa zona media del campo más cercana a la portería rival su mejor porcentaje en la recuperación de balones con respecto al resto de participantes de LaLiga. Así, el Celta registra un 21,8 por ciento de robos de balones en los tres cuartos de cancha. Los especialistas más consumados en esta parcela del campo son los jugadores del Eibar, con el 25,6 por ciento. Le sigue el Athletic Club, con el 23,8. El Barcelona de Valverde alcanza el 23,3; mientras que la Real Sociedad se queda con un 22,6 por ciento.
Los ratios del Celta bajan con respecto a los demás en las recuperaciones en campo propio. En defensa alcanza el 37,7 por ciento, lejos del 41,9 que obtiene el Levante. En esa zona del campo, los de Unzué se sitúan en la zona media de la competición.
Términos parecidos obtiene en la mitad de su campo, donde el robo de balones se eleva hasta el 36,9 por ciento. El Leganés, con el 40,1 por ciento es el más destacado recuperador en la mitad de sus dominios.
En el último cuarto de campo, la eficacia del Celta baja hasta el 3,6 por ciento, el segundo peor balance de Primera.Solamente la UD Las Palmas reduce ese porcentaje hasta el 3,3 por ciento. El Eibar, nuevamente, lidera esta labor de recuperación en los dominos del área rival, con el 6% de efectividad.
Con Unzué, los buenos resultados a su presión en la salida del balón del rival se ven reflejados a partir de la zona de tres cuartos, donde se juntan sus delanteros y sus centrocampistas para intensificar la presión sobre el rival. Es ahí donde el Celta concentra el mayor número de efectivos cuando los adversarios inician las jugadas. La presión a la salida del balón no es tan intensa como para que los de Unzué obtengan buenos resultados en la recuperación en el área contraria.
