No hay mejor forma de comenzar una fase de ascenso que ganando y hacerlo de una forma contundente. Había dudas de la respuesta de un equipo tan joven como el del Celta Zorka en una fase de ascenso, pero la respuesta fue clara y presentaron su candidatura al ascenso, a pesar de las dificultades.

Está claro que jugando tal y como lo hicieron ayer, el ascenso de categoría está más cerca, pero el problema es ese, porque será complicado que vuelva a salir un partido tan completo como el que ayer disputaron ante Ibaizabal. Lo que seguro que no va a faltar es la intensidad. Las jugadoras del Celta Zorka comenzaron el partido antes del salto inicial. La tensión en las jugadoras era máxima, y hasta Minata Keita se tiró al suelo a pelear por un balón. A lo largo de la temporada hubo muchos partidos en donde el equipo cambiaba de imagen de un cuarto a otro, pero ayer ocurrió todo lo contrario. Las jugadoras parecían haber alcanzado su punto más alto de madurez.

Otro factor muy importante fue la gran defensa que hicieron durante los cuarenta minutos de juego. De hecho, en el segundo cuarto, Ibaizabal solamente logró anotar ocho puntos, pero de ellos solamente dos en jugada, ya que los otros seis fueron desde la línea de tiros libres.

Pero si la defensa fue uno de los aspectos claves del partido, no lo fue menos el juego ofensivo. El cuadro vasco no tardó demasiados minutos en colocarse una zona para ahogar el juego de las viguesas. Ahí, el equipo entrenado por Cristina Cantero dio muestras de esa madurez alcanzada, moviendo el balón sin nervios, dentro-fuera, buscando la mejor opción para anotar. De hecho, al final del encuentro las viguesas anotaron setenta y dos puntos, una gran puntuación que pocas veces se da en baloncesto femenino.

Un dato muy a tener en cuenta fue el de las rotaciones. Cristina Cantero utilizó durante el partido a nueve jugadoras, asunto muy importante para cuando vengan los partidos complicados que les esperan esta semana. La entrenadora repartió minutos de una forma equilibrada, y solamente dos jugadoras llegaron a los treinta minutos, Anne Senosiain y Sarah Ogoke, mientras que el resto de jugadora tuvieron menos minutos. De hecho, Iciar Germán y Minata Keita tuvieron más minutos de descanso en el último cuarto.

Una canasta de dos de Minata, y una triple de Iciar abrieron las primeras diferencias en el marcador. El equipo vigués lograba recuperar varios balones en defensa, pero no lograban aprovechar su juego ofensivo. Ibaizabal no era capaz de frenar a las viguesas y se colocó en una zona que ya le había provocado muchos quebraderos de cabeza a las viguesas en el partido de Liga disputado en Navia. Pero las jugadoras entrenadas por Cristina Cantero habían aprendido muy bien la lección. El juego ofensivo ya no dependía solo del acierto en el tiro exterior, y el movimiento con rapidez del balón permitió opciones cómodas de tiro, además de disponer de segundas opciones que tampoco fallaban.

El partido se rompió en el segundo cuarto. La defensa volvió a ser clave, dejando a las jugadoras vascas en ocho puntos, con lo que al final de los dos primeros cuartos, la ventaja para las viguesas era de diecinueve puntos. Ventaja que supieron administrar en los dos últimos cuartos sin que el cuadro vasco fuera capaz de reducir la ventaja. Solo en los últimos dos minutos pudieron cerrar algo la herida de un partido en el que el Celta estuvo casi siempre por encima de los veinte puntos de diferencia.

Las célticas juegan esta tarde su segundo partido de la fase. Será a la misma hora que ayer (16:00), ante un Spar Gran Canaria que ayer tenía que emplearse a fondo para derrotar al Ciudad de los Adelantados. El ganador de este partido habrá dado un paso muy importante para finalizar como líder del grupo y cruzarse en la final ante el segundo clasificado del otro grupo.