Rubén Albés insiste en que "el balance futbolístico hay que hacerlo al final de la temporada. Ahora estamos en una lucha muy bonita". El técnico ha trabajado de forma intensa con un grupo joven que atravesó por malos momentos, como las siete jornadas sin ganar. El Celta B se ha recuperado de una manera brillante. Le quedan por disputar tres partidos de liga, dos de ellos en Barreiro. Al inicio de la temporada se habló de la permanencia como objetivo prioritario, pero en la actualidad mantiene opciones de estar en la fase de ascenso. El entrenador insiste en la cautela como su principal argumento.

- Puede hacer un análisis de la situación del equipo.

- El análisis es positivo. El crecimiento futbolístico del equipo es muy bueno y se demuestra en los resultados. Tenemos una riqueza en muchos aspectos del juego que debemos aprovechar ahora.

- Cuarto en la liga a estas alturas. ¿Se lo esperaba?

- Es la posición ahora. Los balances al final. Ese será el momento de analizar muchas cosas. Ahora vivimos un momento de buenos resultados, pero también hay que mirar otros aspectos.

- ¿Qué lectura realiza de los seis partidos sin perder?

- Un trabajo extraordinario de la plantilla. La convicción en lo que se hace y explotar el talento. Esas han sido las claves. Siempre trabajar para mejorar.

- Ahora mismo, el Celta B depende de si mismo para estar en la fase de ascenso. ¿Es una presión?

- Pensamos en el partido del próximo domingo en Barreiro ante el Talavera. Eso es lo que hacemos y debemos hacer. Es cierto que el Celta B todavía no ha llegado al límite.

- ¿Qué le parece jugarse una plaza en el play de ascenso con el Rápido de Bouzas, el otro equipo de Vigo?

- Estar en la fase de ascenso no es cosa de dos. Hay más equipos implicados y además con escasa diferencia de puntos. Dicho esto, la temporada del Rápido de Bouzas, al margen del resultado final, me parece fantástica. Ha demostrado una gran adaptación a la categoría y eso no es nada fácil.

- ¿Llega su equipo en el mejor momento al tramo decisivo de la temporada?

- Sí. Por el funcionamiento del colectivo y por el refuerzo de la autoestima de todos los jugadores. Una de las cuestiones más importantes en el deporte es ser ambiciosos. Nosotros lo somos, pero también somos conscientes de los rivales que tenemos enfrente. Insisto en que solo pensamos en el Talavera. No debemos descentrar nuestro objetivo ni comenzar a pesar en el futuro más lejano.

- Ahora las cosas van bien. Pero hubo un tramo de la competición delicado con siete jornadas sin ganar. ¿Estaba preocupado en aquella época?

- En el club me dieron tranquilidad y los jugadores me transmitieron su compromiso por mejorar y seguir adelante con ilusión. Pero también es cierto que nunca estuvimos en una situación dramática, por ejemplo en descenso. Ahora mismo no seríamos tan buen equipo si no fuera por vivir esa experiencia. A todos nos sirvió para comprender muchas cosas y también saber sufrir. Subimos el nivel a base de esfuerzo y también de sufrir.

- Es decir, aquella crisis parece que les ayudó.

- Llevamos seis partidos sin perder y justo antes era lo contrario, siete sin ganar. Por eso me parece que llegar hasta aquí tiene de positivo que entre todos buscamos soluciones a los problemas y nos hizo crecer en todos los aspectos. Eso también es una virtud.

- ¿Pero hubo tensión?

- La lógica. Trabajamos más, nos implicamos y siempre fuimos conscientes de donde estábamos. Toco vivir una etapa gris, pero también otra muy bonita.

- ¿Y usted como lo vivió?

- Con muchas ganas por encontrar las mejores soluciones. El trabajo de entrenador debe ser constante y metódico. Tal como está el fútbol actual, que un técnico acabe la temporada con el equipo que la inició es casi un milagro.