Carlos Mouriño cumplió su anuncio de plantar a Abel Caballero. Durante el encuentro ante el Barcelona el presidente del Celta renunció a su habitual asiento en el palco del estadio de Balaídos para no asistir al partido junto al alcalde de Vigo, Abel Caballero. Lo hizo un par de sillas a la derecha, acompañado por sus consejeros y quedó sin ocupar el asiento que había entre el alcalde y el vicepresidente del Barcelona. Una medida que tomaron, según manifestaron el pasado lunes, como respuesta al "ataque" que desde su punto de vista sufre el Celta por parte de Caballero.

Este es el primer partido en el que el órgano directivo del club toma esta medida que, según anunció el Celta en un comunicado el pasado lunes, se mantendrá en el tiempo mientras el alcalde "no cumpla su palabra y deje de atacar sin motivo a la entidad".

Caballero, por su parte, acudió al encuentro con absoluta normalidad aunque lo hizo acompañado por todo su grupo municipal. Todos sus concejales y la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, le arroparon en el palco. El alcalde se sentó en la butaca en la que suele asistir a los partidos en Balaídos y a su derecha quedó vacía la silla de Carlos Mouriño. El vicepresidente del Barcelona ocupó la butaca que se suele reservar para el máximo representante del equipo visitante y como él, el resto de los habituales inquilinos del palco estuvieron donde acostumbran. La única anomalía fue la presencia de Mouriño y de sus consejeros alejados ligeramente de Abel Caballero.

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Plante de Mouriño a Caballero en Balaídos

Antes del comienzo del partido, el presidente asistió en la parte alta del palco a la llegada de las autoridades. Abel Caballero lo hizo poco antes del pitido inicial acompañado por los concejales de su grupo municipal. A su izquierda se situó la presidenta de la Diputación, Carmela Silva. Ese fue el momento en el que el presidente del Celta pasó por delante de ellos. No hubo saludos y se sentó en el asiento reservado a la derecha del vicepresidente del Barcelona. En ese momento Carmela Silva se levantó y ocupó el asiento que habitualmente le corresponde a Mouriño tapando así el hueco que quedaba libre en el centro del palco. Mouriño respondió con rapidez a ese movimiento. Se levantó de inmediato e instó a Silva a regresar al sitio que le correspondía por protocolo. La situación más tensa de las vividas en la noche de ayer en Balaídos.

Por otra parte, la portavoz del Partido Popular en el Concello de Vigo, Elena Muñoz, aseguró ayer por la mañana que comprende los motivos por los cuales "el Celta y los celtistas se sienten traicionados", al ser preguntada sobre el anuncio de que ningún directivo del club se iba a sentar en el palco presidencial del estadio de Balaídos al lado del alcalde, Abel Caballero.

Elena Muñoz aseguró que el conflicto obedece "a la ruptura de un pacto entre caballeros que solo un caballero incumplió". Profundizó en que el citado acuerdo "garantizaba lo que a nosotros más nos importa: que el Celta siga jugando en Balaídos".