Iago Aspas ha volteado el debate del "nueve" de la Roja en 45 minutos. Su exhibición en la segunda parte del amistoso contra Argentina ha multiplicado los elogios y reforzado a sus partidarios. De pieza a sacrificar a beneficio de Morata a candidato a la titularidad; de complemento secundario a elemento ideal en el engranaje español. "Me queda un largo final de temporada con mi equipo", ya advierte Aspas, consciente de que la carrera hacia Rusia se resolverá en la acumulación de méritos. Al menos la presión mediática no pesará tanto en su contra. Dejarlo fuera de la convocatoria definitiva se ha vuelto impopular.

Solo Julen Lopetegui sabe qué nombres pronunciará el 4 de junio, de qué depende su decisión y en qué medida le afecta el ruido. El guipuzcoano entusiasma como seleccionador. Ha devuelto al toque español la fantasía que alcanzó con Luis Aragonés. De Del Bosque ha heredado la cachaza que le permite eludir cualquier polémica. Lopetegui articula largos discursos sin ofrecer pista alguna. Tras el partido del Wanda Metropolitano habló sobre su gestión de la delantera: "Decidimos poner a Diego (Costa) la primera parte, porque entendíamos que era lo que necesitábamos, y a Iago Aspas en la segunda porque Diego también tenía algún problema. Tenemos plena confianza en los dos y en todos los jugadores que vienen con nosotros". Y si le piden que añada a Rodrigo en su análisis, lo amplía a cuarteto: "Los tres nos dan cosas diferentes, igual que nos puede dar Álvaro (Morata). Intentaremos buscar en cada momento lo que el equipo necesite".

De hecho, entre los especialistas se ha extendido la certeza de que Lopetegui elegirá a tres delanteros de entre estos candidatos. Pero el seleccionador jamás ha descartado llevarse a los cuatro y tampoco que existan otras alternativas. E incluso limitando la ecuación a lo que se supone, existen todo tipo de informaciones y elucubraciones. Ayer mismo, en El Mundo, Eduardo Castelao mantenía que "los nombres que irán con seguridad, salvo contratiempo insalvable, son Diego Costa y Morata". Y en el Marca daban a entender que Lopetegui había tranquilizado a Morata respecto a su ausencia en la última lista. Pero a la vez el rotativo deportivo reconocía: "Morata, contra las cuerdas". En general, en los foros de la capital se acepta que el ausente ha visto deteriorada su candidatura debido al gran rendimiento de sus rivales en estos dos últimos amistosos, donde los tres han marcado. Como mínimo, según Elías Israel en As, "Aspas aviva el debate (...). Va a tener que remar Morata, de aquí a final de temporada, para encontrar su hueco en la lista".

La situación era bien distinta horas antes, cuando se escuchaba más a los que señalaban a Aspas como la víctima propicia. El moañés es consciente de que jugar en un club periférico pesa en su contra. "Estar aquí ya es un premio. Yo vengo de un club humilde", valoraba.

La postura de Lopetegui alimenta cualquier lectura. Aspas ha sido el único delantero que ha estado presente en sus siete últimas convocatorias. Pero en muchas ocasiones para ejercer de espectador desde el banquillo (45 minutos ante Israel; cero ante Albania, Costa Rica, Rusia y Alemania). El más llamado y el menos empleado, así se resume su contradictorio papel.

A Lopetegui no parece contarle tanto la procedencia de Iago como sus apetencias tácticas. El técnico insiste en emplear de inicio a un ariete convencional, sean los fornidos Costa y Morata o el más dinámico Rodrigo. Las características del céltico restan y suman. Aunque Lopetegui las quiera más como revulsivo, son obviamente las que lo han hecho merecedor de la internacionalidad y ya que polivalente, amplían su oferta a ojos del seleccionador.

Además el partido contra Argentina ha despertado la añoranza de expertos y aficionados por aquel nueve mentiroso que representaba Villa o directamente falso, como Cesc en determinados planteamientos con Del Bosque. Aspas es "un diablillo", escribe José Luis Hurtado en Marca. En El Mundo, Orfeo Suárez lo describe como "sutil, liviano, un futbolista enorme, aunque pese en su contra no estar en uno de los grandes escaparates de Europa". Y advierte: "Si el seleccionador es justo, debe abstraerse de ello". Porque en ese mismo periódico resuelve Julián Ruiz: "Hasta parece que Iago Aspas es la mejor solución para la prueba del nueve. Un nueve que no es un nueve sino algo más. Espectacular el gallego, impresionante, soberbio". Alberto Edjogo-Owono, de BeIN, admite: "Aspas es quien mejor se asocia". Borja Pardo, director de Sphera Sports, comenta: "No es un delantero, es un futbolista total. Atrae, genera, asiste, gravita y marca. Está de dulce y hay que subirse a su ola".

La predilección por Aspas, por cómo encaja en la idea asociativa de la selección, es mucho más rotunda entre los aficionados, según se aprecia en diversas encuestas. En el Marca, a la hora de elegir qué tres delanteros convocaría la gente, era el más votado (29,65%) ayer por la tarde por delante de Costa (27,98%), Rodrigo (23,19%), Morata (16,38%) y Gerard Moreno (2.80%). Y también vencía entre los casi 15.000 votantes que elegían al preferido como titular (47%); detrás, Costa (28%), Rodrigo (15%) y Morata (11%). Otras encuestras ofrecían resultados similares, como la activada por Albert Ortega en Twitter. De 5.400 votos, Aspas obtenía el 66%, con Rodrigo y Costa igualando con el 15% y un 4% en el apartado de "otro". Aunque sin validez demoscópica, se retrata un estado de opinión. El céltico ha ido modificando la visión de los analistas. Tiene el apoyo de muchos aficionados. Lopetegui decide.

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