-¿Cómo está esa rodilla derecha que tanto preocupa ?

-Algo mejor, aunque todavía con molestias. Ya me advirtieron y me iba a seguir molestando durante algún tiempo. Y bueno, haciendo trabajo de gimnasio y tratamiento con los fisioterapeutas.

-Imagino que su concurso en el partido de mañana contra el Málaga no corre ningún peligro.

-No. Siempre he dicho que lo quería jugar y llevo toda la semana trabajando con mis compañeros para tener minutos, aunque tiene que decidirlo el míster.

- ¿Le ha pasado factura este problema en los últimos partidos?

-No. Fue en el último partido en casa en que me empezó a molestar bastante ya antes del descanso. Lo hablé con el doctor, intenté entrenar en la siguiente semana del Atlético y me molestaba bastante. Hicimos una prueba para salir de dudas que no pasara nada y salió todo bien, aunque seguía teniendo esa molestia.

--¿Y llega bien a este partido?

-Sí, claro, sin problemas.

-¿Qué importancia le concede a esta visita del colista?

-Le doy mucha importancia a todos, pero quizás a éste un poco más porque significa volver a engancharnos arriba. Nuestros rivales tienen compromisos difíciles, venimos de una derrota dura y, bueno, después tenemos mucho tiempo hasta el siguiente partido y queremos marcharnos al parón de Liga con un buen sabor de boca.

-Todos los partidos valen tres puntos, pero hay algunos en los que no se puede fallar. ¿Es este éste es uno de ellos?

-Sí, y más jugando en casa. En Balaídos llevamos últimamente una buena dinámica y son tres puntos muy importantes porque queremos seguir peleando ahí y luego viene un tramo de calendario muy difícil. Quedan diez partidos y seguimos en la lucha.

-De alguna manera, la visita del Málaga activa la cuenta atrás en la carrera por Europa.

-Sí, porque entramos en el último tramo de la Liga, quedan diez partidos muy difíciles y tenemos que dar un paso al frente.

-El Celta ha sido uno de los tres equipos que ha perdido contra el Málaga. ¿Se han mentalizado para no volver a subestimarlo?

-Tenemos muy presente lo que nos pasó en La Rosaleda. Pensamos que con ponernos la camiseta del Celta ya les íbamos a ganar y no fue así. Ellos están en las últimas, por decirlo de alguna manera, pero si ganan aún pueden pensar que se enganchan, así que tenemos que cortar cualquier atisbo de reacción.

-¿La manera de hacerlo es apretarles desde el inicio?

-Por supuesto, sobre todo porque a ellos les va a pesar el paso de los minutos. Cuando entras en una dinámica negativa y estás ahí abajo, todo se hace más difícil. El Málaga no tiene malos jugadores y seguramente no ha merecido perder algunos partidos, pero cuando entras en esa dinámica tan mala es difícil salir adelante. A nosotros nos pasó hace cuatro o cinco años cuando estábamos abajo. A veces, siendo mejores que el rival, perdías ese partido por pequeños detalles.

-Después de esta última derrota en el Wanda hay diez partidos para intentar remontar 5 puntos al séptimo, tres rivales por delante y alguno más que viene apretando desde abajo. ¿Sigue viendo Europa como un objetivo factible?

-Es una pelea muy difícil, eso ya lo sabíamos desde el principio de la temporada. La Liga está muy igualada y ganando dos partidos seguidos vuelves estar arriba. Se trata, sobre todo, de ser regulares de aquí a final de temporada, pero claro que es factible.

-La irregularidad ha sido precisamente el gran problema que ha tenido el Celta. Ha competido bien en casi todos los partidos, pero a veces ha faltado determinación para trasladar al marcador la superioridad mostrada en el juego.

-Como te he dicho, la Liga está muy igualada. Es verdad que hemos tenido altibajos, pero no solo nos ha pasado a nosotros. Si te fijas, les ha pasado a casi todos los equipos de la zona media de la tabla. La Real Sociedad, que hace dos meses estaba sexto, ha tenido un bajón y ahora va decimocuarto. Pero si gana dos o tres partidos seguidos, todavía podría volver a meterse. Enganchando dos o tres victorias consecutivas, la cosa cambia.

-Al Celta le costó hacerse fuerte en Balaídos y ahora que lo ha conseguido encadena cuatro derrotas a domicilio.

-Al principio nos estaba costando más ganar en casa fuera y ahora nos está pasando lo contrario. Hay que intentar darle la vuelta e intentar ganar tanto en casa como fuera.

-En todo caso, Europa sí pasa por Balaídos.

-Claro, hay que ganar los cinco partidos de casa. Eso ayudaría nos mucho.

-Viendo que mañana no se espera una gran entrada, ¿qué mensaje le trasladaría a la afición?

-Pues que nos quedan diez partidos muy importantes, éste es el primero de ellos y no podemos subestimar al rival. No solo vamos a competir contra el Real Madrid o el Barcelona, también necesitamos a la gente contra el Málaga.

-A estas alturas, después de siete convocatorias consecutivas, ya no es una sorpresa que le llame Julen Lopetegui.

-Bueno, siempre es una sorpresa. Uno trabaja para ir, pero hay compañeros muy buenos que se tienen que quedar fuera porque solo pueden ir 23 o 24. Hay que seguir trabajando y haciendo las cosas bien en el Celta para continuar contando con oportunidades.

-Lleva dos años liderando el gol nacional en la Liga. ¿Realmente cree que el seleccionador puede permitirse prescindir de usted?

-Eso tendrá que decidirlo él. A mí también me ayudan mis compañeros y estar aquí en el Celta.

-¿Hasta que punto estimula la posibilidad de ir al Mundial su rendimiento en el Celta?

-Creo que no solo me motiva a mí, sino también a otros muchos compañeros del Celta que tienen la oportunidad de ir o pueden tenerla en el futuro, si siguen trabajando así. Pero no se trata solo del Mundial. La pasada temporada vivimos un año precioso y todo el mundo quiere volver a Europa, de eso no me cabe duda.

-¿Cuando debutó en Wembley en noviembre de 2016 pensaba que estaría en esta penúltima lista?

-Claro que no. En el fútbol pueden pasar muchas cosas de un mes para otro. Uno no sabe lo que puede ocurrir mañana o dentro de un mes y trabaja siempre para tener las máximas oportunidades. Cuanto mejor lo hagas en tu equipo, más oportunidades vas a tener.

-A estas alturas, no creo que nadie dude que va a estar en la lista definitiva.

-Esta [penúltima] lista era importante porque hace cuatro o cinco meses e que no hemos estado trabajando juntos y el míster le da mucha importancia a estos meses. Ahora hay que dar la cara, pero intentar ganarle antes al Málaga.

-La cita es importante por la exigencia de los rivales a los que se van a enfrentar, el campeón y el subcampeón, a solo tres meses de que arranque el Mundial.

-Sí, aunque ya hemos jugado, sobre todo en los últimos meses, partidos ante rivales muy buenos. Y no me refiero solo a los partidos de la fase de clasificación, en los que había algunos rivales más débiles, sino a otros amistosos que hemos jugado, como por ejemplo contra Rusia. Y ahora han programado partidos muy bonitos, contra Argentina o Alemania, que son muy buenas selecciones para ver cómo se encuentra el equipo.

-En la lista ha entrado alguna gente nueva, ¿qué le parece?

-No he tenido tiempo [la entrevista se hizo tras el entrenamiento poco después de conocerse la convocatoria del seleccionador] a verla demasiado, pero es más o menos lo que se esperaba.

-¿Le sorprenden las novedades a estas alturas?

-No, quizás Marcos Alonso, porque no estaba viniendo, o Dani Parejo, que no era tan fijo, pero los dos lo están haciendo muy bien con sus equipos y seguro que el seleccionador los ha visto con nivel más que suficiente para llamarlos.

-¿A qué debe aspirar España en este Mundial?

-España debe aspirar a ser campeona. Siempre con los pies en el suelo pero viendo el nivel que veo en los entrenamientos y en los partidos se puede aspirar a ganar el Mundial. Siempre hay que aspirar a lo máximo.

-¿Y a qué aspira Iago Aspas ?

-Pues primero entrar en la lista definitiva y, si tengo la gran suerte, disponer del mayor número de minutos posibles para ayudar a España a ser campeona.

-¿El siguiente paso, entonces, será alzarse con la titularidad?

-Entrar en la lista definitiva ya es muy importante para mí.

-¿Se la ha pasado alguna vez por la cabeza que podría el máximo goleador del Mundial?

-No había pensando ni en estar en el Mundial como para pensar en ser el pichichi.