La irregularidad en los resultados más que en el juego ha pasado factura esta temporada al Celta en su lucha por regresar a Europa. Las dificultades unas veces para trasladar al marcador su superioridad en el campo y otras de mantener un rendimiento sostenido en el tiempo han impedido a los celestes consolidar su posición en la zona de privilegio. Una buena muestra de ello es que el conjunto que dirige Juan Carlos Unzué nunca ha estado en puestos de acceso directo a la UEFA Europa League en lo que se lleva disputado de temporada. Su mejor posición ha sido la séptima plaza ocupada en las jornadas vigésima y vigésimo primer tras derrotar consecutivamente al Levante, la Real Sociedad y el Betis en la única racha de victorias que el conjunto vigués ha conseguido conectar a lo largo del curso. Los celestes eran entonces séptimos, a 2 puntos del sexto. La posterior derrota en Mendizorroza dio paso a una serie de cuatro derrotas consecutivas a domicilio (Alavés, Getafe, Girona y Atlético) que le han relegado hasta la décima plaza, 5 puntos por debajo del séptimo, y convierten el inminente duelo ante el colista casi en una final.