El Celta B rompió su racha de siete jornadas consecutivas sin ganar, con tres empates y cuatro derrotas, y se reencontró con una victoria que no saboreaba desde el ya lejano 10 de diciembre ante el Navalcarnero (1-0). Un golpe de suerte en los últimos instantes del primer tiempo, una genialidad de Brais Méndez para servir en bandeja a Juan Hernández el segundo tanto local y una preciosa volea de Dani Molina permitieron al conjunto vigués sumar tres importantes puntos para frenar su caída en la tabla y mantener aún vivas sus opciones de pelear por colarse en el play off de ascenso. Una clasificación en la que se hunde un poco más el colista, un Cerceda que ganó su último encuentro hace ya veinte jornadas, el lejanísimo 16 de septiembre del pasado año (1-0 ante el Unión Adarve), y que llegaba a Barreiro con ilusión tras haber roto el pasado fin de semana ante el Atlético de Madrid (1-1) una nefasta racha de once derrotas consecutivas.

El filial céltico saltó al césped de Barreiro con la intención de mandar en el encuentro ante un rival que asumió tranquilamente su papel sin oponer demasiada resistencia. Sin embargo, los vigueses volvieron a adolecer de la falta de profundidad en sus acciones que ha provocado su reciente racha negativa. Así, aunque el Celta B tenía la pelota, lo hacía en posesiones estériles, sin generar verdadero peligro sobre la meta defendida por Ángel Díez. De hecho, hasta el cuarto de hora no llegó la primera oportunidad de cierto peligro para los locales. Brais, uno de los más activos y entonados en el bando céltico, asumió la responsabilidad de ejecutar una falta desde la frontal del área y su potente disparo se marchó fuera por muy poco.

Casi a la media hora de juego, el talentoso mediapunta vigués repitió acción aunque esta vez con la pelota en juego, marchándose ahora su tiro rozando el poste.

Los visitantes habían sobrevivido sin excesivos apuros al tramo inicial del choque y esa ausencia de un susto real provocó que pensasen incluso en estirarse y buscar la portería de Sotres. Un cabezazo de Pedrosa que tocó en un defensa y se marchó a córner por poco fue el primer aviso de sus intenciones. Porque el propio Pedrosa aprovechó instantes después un fallo en la salida de Rai para tratar de sorprender al meta céltico con un disparo cruzado fuera por muy poco.

Los dos acercamientos del Cerceda parecieron despertar a un Celta B que encadenó tres acciones consecutivas que acabaron suponiendo el 1-0. Primero fue Dani Molina el que, en buena posición, cabeceó contra un defensor. En la acción posterior al saque de esquina, Juan Hernández, también de cabeza, remató ligeramente cruzado. Y poco después, Rai, muy listo, sacó rápido una falta para que Pol habilitase a Dennis y este al propio Juan Hernández. Su disparo se estrelló en el cuerpo de Ángel Díez pero la fortuna sonrió a los locales puesto que la pelota rebotó en el cuerpo de David Soto para introducirse en su propia portería.

La suerte había echado una mano al filial céltico para encarrilar poco antes del descanso un partido en el que no acababa de sentirse cómodo. Y volvió a hacerlo al cuarto de hora de la reanudación del partido tras el intermedio. Porque Juan Ros apareció sobre la misma línea de gol para salvar a su equipo y evitar el tanto de Pedrosa de cabeza a la salida de un saque de esquina y en el contragolpe Brais Méndez sacó su chistera. Primero una ruleta y después un caño para dejar a la grada con la boca abierta mientras ponía un preciso pase en los pies de Juan Hernández, dejándolo solo ante el meta visitante. Con tiempo incluso para controlar y pensar, el goleador del conjunto vigués no perdonó el 2-0.

El tanto calmó mucho más a un Celta B que empezaba a soltarse la presión de las últimas jornadas. Por eso, a los visitantes no les quedó más remedio que intentar dar un paso adelante para buscar la portería de Sotres, aunque sin mostrar argumentos para inquietar al meta local.

Otro soberbio pase de Brais, completado con un regate todavía mejor de Dennis Eckert, pudo convertirse en el tercer gol vigués pero el pase atrás del delantero alemán encontró un defectuoso remate de Álex.

Mucho más fino estuvo cinco minutos después Dani Molina para recoger una pelota rechazada a la salida de un córner y firmar el 3-0 con una preciosa y ajustada volea ante la que nada pudo hacer Ángel Díez.

El Cerceda pudo maquillar la derrota en la recta final aprovechando otro fallo de Rai en la salida de balón pero Luariz, cuando encaraba a Sotres, se lió en exceso desperdiciando una buena oportunidad.

Y también pudo el Celta B completar aún más la alegría de sus aficionados por el reencuentro con la victoria pero Dennis Eckert no pudo completar su buen partido con un gol que sellase la goleada.