Lucas Ariel Boyé (San Gregorio, Santa Fe, Argentina, 28 de febrero de 1996) vuelve a España, donde hace cuatro años y medio se proclamó campeón del mundo de clubes sub-17 con River Plate, tras imponerse al Atlético de Madrid por 0-1 en la final disputada en Colmenar Viejo. En esta ocasión, el viaje del joven atacante argentino tiene como fin incorporarse al Celta en calidad de cedido por lo que resta de temporada. En Vigo quiere demostrar lo que no pudo en el Torino, al que pertenece. Ayer, el futbolista al que en Argentina apodan 'el Tanque' o 'el Toro' fue presentado en Balaídos, donde lució el dorsal número 9 que pertenecía a John Guidetti.

Dieciséis jornada de Liga tiene por delante Boyé para demostrar sus condiciones como atacante versátil, con fortaleza física, desborde y buen manejo del balón, aunque con poco gol. Es consciente, sin embargo, de la dificultad de ganarse un puesto en el equipo que posee la segunda mejor pareja de delanteros de la Liga: entre Aspas y Maxi Gómez suman 26 goles. Sin embargo, el joven argentino acepta el reto: "Elegí el Celta porque para mí es un gran desafío, es un gran club. Lo he tomado así y por eso [destaco] las ganas que tenía de venir", dijo Boyé en la presentación.

El Celta, además de asumir el salario del futbolista, que ronda el millón de euros, se reserva una opción de compra de 12 millones de euros, a pagar en dos plazos anuales a partir del próximo otoño. Pero Boyé no quiere pensar ahora mismo en ese posible escenario. "Obviamente, voy a trabajar para poder jugar. No vine para especular; trabajaré donde me toque y sumaré donde esté", dijo el santaferino, que con 18 años debutó con River Plate, a cuya academia se incorporó en el segundo intento y después de que fuese rechazado por clubes como Rosario Central, Newell's Old Boys y Lanús. Después de pasar casi dos años cedido en Newell's, fue traspasado al Torino, que se adelantó a la Roma en la firma del contrato de un joven al que en su país consideraban una nueva perla, con similitudes como atacante a Higuaín.

"Es un poco difícil definirme. En mi corta carrera, he jugado en todos los puestos de atacante: por la derecha, por la izquierda, con dos puntas y de nueve, así que no sé si me podría definir, pero la verdad es que me siento bien en ataque y me puedo adaptar a cualquiera de esos puestos", explicó en su comparecencia en la sala de prensa de Balaídos antes de pasar por el vestuario para enfundarse el uniforme del Celta y presentarse ante varias decenas de aficionados que le esperaban en Tribuna.

Después de pasar por el Calcio, donde en Turín coincidió con el vigués Iago Falque, que le ofreció las primeras referencias sobre el club y la ciudad, Boyé se muestra ilusionado con jugar en España, donde podrá enfrentarse a su ídolo, Lionel Messi. "Me han dicho que el fútbol de la Liga se puede adaptar bien a mis características, pero eso no se sabrá hasta que pueda entrar en el campo de juego y pasen algunos partidos. Va a depender de mí, seguramente y esperamos hacerlo bien", dijo a la prensa, antes de escuchar cómo algunos aficionados le solicitaban "un hat-trick" ante el Espanyol, próximo rival del Celta en Balaídos y en cuyo compromiso podría debutar el segundo refuerzo céltico en el mercado de invierno, en el que también llegó el eslovaco Robert Mazan.

A la espera de que corrobore el potencial que se le apreciaba desde sus comienzos en Argentina, el nuevo jugador del Celta confía en haber encontrado el club adecuado: "Tampoco creo que las cosas hayan salido tan mal, pero estoy aquí para demostrarlo y espero no decepcionar a todos los que confiaron en mí porque si estoy acá es porque me quisieron y también porque quise".

Reconoce que apenas tenía referencias del Celta, al que ha seguido con mayor atención en las últimas semanas, cuando se planteó la posibilidad de salir cedido del Torino. "Lo que he visto del Celta en los últimos tiempos, y está a la vista de todos, es que viene haciendo las cosas muy bien y espero sumar mi granito de arena para que siga así. El nivel de la plantilla del Celta se comprueba sin necesidad de entrenar con ellos. Basta con verlos durante los fines de semana y con el trabajo que vienen haciendo desde hace años. Es un gran equipo. Espero adaptarme lo más rápido posible. Vengo con la pretensión de sumar, de crecer como jugador y como persona, obviamente, y en junio que sea lo que dios quiera. En lo que estoy pensando ahora es en adaptarme lo más rápido posible a los compañeros, poder hacer un buen trabajo y poder sumar".