El Celta afronta un nuevo partido a domicilio, donde más cómodo se siente esta temporada: ha sumado más puntos fuera (16) que en casa (15). Ha ganado las tres última salidas (Deportivo, Levante y Real Sociedad), pero hoy se le presenta una prueba muy complicada, pues nunca ha vencido en Mendizorroza en la máxima categoría. "La dificultad será extrema", advierte Juan Carlos Unzué sobre el duelo que le espera ante un Alavés que se mantiene invicto en casa desde noviembre pasado, con seis triunfos y un empate entre Liga y Copa del Rey, donde cayó en cuartos de final con el Valencia en la tanda de penaltis.

"Les he visto competir, incluso cuando han perdido, plantando cara a rivales de máximo nivel y hacerles partidos muy incómodos", apuntó ayer Unzué en referencia a las dificultades en las que el Alavés puso al Barcelona, al Valencia o al Atlético de Madrid desde la llegada de Abelardo Fernández a su banquillo. El asturiano sustituyó a De Biasi, que a su vez reemplazó a Zubeldia en lo que va de curso.

Sin embargo, el entrenador del Celta espera para esta tarde un partido diferente al que le plantearon la Real Sociedad o el Betis, que le discutieron y ganaron la posesión de la pelota a los célticos: "Tiene buenos movimientos para recibir por dentro o jugar a la espalda de nuestra defensa. Les he visto competir, incluso cuando han perdido, plantando cara a rivales de máximo nivel y hacerles partidos muy incómodos".

"Los números del Alavés, desde la llegada de Abelardo, son de un equipo de Europa. Han jugado seis partidos en casa, han ganado cinco y han empatado uno, y se lo han empatado en el minuto noventa [ante el Leganés]. Y a mis jugadores ya les he transmitido que va a ser un partido de una dificultad extrema", subrayó Unzué.

En el análisis sobre el rival que le espera en Mendizorroza, el preparador del Celta hizo más apuntes: "No tienen el nivel de elaboración en su campo de Real Sociedad o Betis y la necesidad de ir a la presión alta será menor", pero advirtió de la intensidad que los de Abelardo Fernández imprimen a sus partidos. "Más allá del aspecto mental, que a veces ocurre de forma inconsciente, lo que veo ahora es un equipo con un punto de agresividad y convencimiento en todo lo que hace".

En este caso, el Celta necesita, según su técnico, jugar con la misma intensidad que el rival y aprovechar la calidad individual de sus futbolistas para ampliar la racha positiva de resultados que los celestes mantienen en lo que va de 2018 en LaLiga. "Espero tener el control del balón y hacer un partido que nos convenga. Va a tener mucha complicación. En Primera siempre ocurre así", reconoció.

En su comparecencia en la sala de prensa de Balaídos, Unzué habló de Pione Sisto y de Emre Mor. El primero ha bajado su rendimiento, mientras que el internacional turco no acaba de ganarse la titularidad. "Pione nos da muchas cosas y por eso ha estado siempre en el once, pero aguantar todo el año en el mismo nivel es muy complicado, y más en el nivel que ha estado él en cuanto a asistencias y goles, mejorando todo lo que había hecho el año pasado". "La situación de Emre es la normal de quien viene a una liga nueva. Seguro que no ha tenido todos los minutos que cree que debería haber tenido, pero los compañeros también cuentan. Debe mejorar su capacidad en lo defensivo, pero es un tema de actitud, y eso lo podemos conseguir todos. Las aptitudes no, y él las tiene naturales, fantásticas", dijo sobre Emre Mor, que le parece que está siguiendo un proceso normal. Lo que es extraordinario para Unzué es el rendimiento de Lobotka y de Maxi Gómez, otros de los incorporados este curso al equipo vigués.