Maxi Gómez seguirá en el Celta, a pesar de la oferta que le presentó a finales del año pasado el Beijing Gouan, de la Superliga china. El delantero uruguayo está convencido de que jugando en LaLiga tendrá más opciones de jugar el Mundial de Rusia.

"Jugando en el Celta, en una Liga tan grande, me favorece más para poder ir a la selección. Pero yo voy partido a partido, entrenando a tope para que, cuando llegue el Mundial, el seleccionador cuente conmigo y pueda hacerlo de la mejor manera, como en el Celta", declara Maxi Gómez en una entrevista que ayer difundió el club vigués.

El joven futbolista admite que vivió con mucha tranquilidad el revuelo que causó la millonaria oferta del conjunto chino, reconocida públicamente por el presidente del Celta, Carlos Mouriño. "La posibilidad de marcharme a China se la planteé al entrenador. Lo llevé muy tranquilo porque nunca me dijeron que estuviese cerrado. No sentí ninguna presión y seguía entrenando a tope", reconoce el futbolista de Paysandú, de 21 años.

Su explosión como goleador del Celta le llevó a debutar con la selección absoluta de Uruguay y a llamar la atención de muchos equipos: "No me esperaba debutar tan rápido con el Celta. Varios jugadores me dijeron antes de venir que era muy difícil adaptarse a la Liga española y yo, gracias a dios, pude hacer dos goles en el primer partido, que me hicieron seguir para adelante. Jugar al lado de mis compañeros es fácil porque te ponen la pelota donde quieras. Los goles me los facilitaron gente como Iago, Pione y todo el equipo. Estoy muy contento y ojalá sigamos así".

La víctima de su primer doblete fue la Real Sociedad, con la que se reencuentra mañana en Anoeta. "La Real Sociedad es un rival muy duro, sobre todo en su estadio, pero ojalá que nos salga de la mejor manera el partido. Nos estamos sintiendo bien después de un mal arranque. Ahora ya hemos cogido el ritmo al campeonato", añadió.