El Celta logró darle la vuelta al marcador en el derbo vigués ante el Areosa, teniendo que remontar un marcador adverso de tres a uno a media hora para el final.

La primera parte fue de claro color colegial, ya que el Celta estuvo descentrado, sin presionar en el centro del campo y dejando muchos huecos en defensa. El Areosa aprovechó la circunstancia para adelantarse en el marcador por dos ocasiones, la última cuando estaba a punto de cumplirse en último minuto de juego de la primera parte.

El técnico celeste movió el banquillo tras el descanso y el equipo cambió la actitud. Los jugadores comenzaron a presionar y recuperar balones en el centro del campo, lo que les permitió acercarse con peligro al área defendida por Mateo. Los colegiales ampliaron la ventaja a media hora para el final al transformar una pena máxima, pero la presión del Celta pudo con ellos y poco a poco vieron como los célticos comenzaban a recortar la desventaja que tenían en el marcador. En la última jugada del encuentro llegó el gol de la victoria, que fue un mazazo para el Areosa.