El Celta Zorka continúa aprendiendo cosas nuevas en este largo camino hacia la fase de ascenso a Liga Femenina. Las viguesas sufrieron, y mucho, para llevarse la décimo tercera victoria de la temporada ante un Joventut que llegó a tener once puntos de ventaja en el segundo cuarto.

Fue un partido extraño, en donde las catalanas se colocaron en zona desde el salto inicial provocando un colapso en el juego del equipo vigués. Raquel Carrera estaba desaparecida, Ainhoa Lacorzana aportaba muy poco al juego colectivo, y únicamente Minata Keita aportaba puntos y juego interior en un Celta Zorka que, a pesar de todo, se ponía por delante en el marcador, aunque con una exigua ventaja que le permitió llegar al final del cuarto con un punto de ventaja sobre las catalanas.

El comienzo del segundo cuarto fue un calvario para el equipo vigués. En ataque se fallaban canastas muy fáciles, casi bajo el tablero, mientras que en defensa los desajustes permitían que las catalanas anotaran con relativa facilidad. De hecho, mediado el cuarto, el conjunto catalán se ponía con diez puntos de ventaja, 24-34, tras hacerle a las viguesas un parcial de 5-16.

El Joventut seguía anclado en una defensa zonal que continuaba desquiciando a las viguesas, que en el último minuto alcanzaba la máxima desventaja en el marcador, 28-39. Sin embargo, en la última jugada, Minata anotó una canasta que marcó un punto de inflexión en el partido.

Tras el paso por el vestuario, el cuadro vigués reiniciaba el juego con nueve puntos de desventaja. El equipo cambió de defensa a zona, y una triple anotado por Itzi le dio un giro al partido. De perder de once puntos las viguesas se habían puesto a seis, y las sensaciones eran diferentes. El Celta Zorka había logrado meterse en el partido, y a pesar de estar por debajo en el marcador se confiaba en darle la vuelta al marcador. Las viguesas vivieron otro momento crítico a un minuto para el final, cuando dos contras le permitieron al Joventut anotar dos triples consecutivas y devolver los once puntos de desventaja en el marcador.

Cantero solicitó urgentemente un tiempo muerto, y al final del cuarto las viguesas había vuelta a rebajar la desventaja hasta los siete puntos. Los últimos diez minutos se iniciaron con un nuevo triple, esta vez de Anne Senosian, y los problemas comenzaban para el cuadro catalán al perder juego interior con la eliminación por personales de Artiga y cometer la cuarta Tutusaus.

El Celta Zorka logró igualar el encuentro a ocho minutos para la conclusión del encuentro. El partido entró en otra dinámica, con alternativas en el marcador. Eran los momentos claves del partido, y fue el momento en el que apareció Raquel Carrera. El cuadro vigués recuperaba el control bajo los tableros, y ya eran las jugadoras catalanas las que tenían que marchar por detrás en el marcador. Sin embargo el cuadro vigués no lograba distanciarse en el marcador, y se entraba en el último minuto de juego con una mínima ventaja de las viguesas por un punto, 61-60.

Fueron cuarenta y siete segundos eternos. Cada jugada terminaba con un tiempo muerto del técnico rival. El partido se resolvió en la última jugada. Faltan tres segundos, el Joventut recupera el balón e inicia un contra para ponerse por delante en el marcador, pero una chapa de Raque Carrera sobre Eliana Soriano acaba con una falta personal, que sentencian las viguesas desde la línea de tiros libres.