El Celta afronta el segundo asalto de los octavos de final de la Copa del Rey (21.30 horas, Camp Nou, Gol TV) decidido a obtener un resultado que le impulse hacia la siguiente ronda. Los de Unzué se han propuesto entrar mañana en el bombo que sorteará los cuartos y prometen batalla para derribar esta noche en su propio feudo al gigante azulgrana, que recurrirá a sus futbolistas más talentosos para hacer bueno el empate a un gol rebañado la pasada semana en Balaídos. A diferencia del partido disputado en Vigo, el técnico azulgrana no se dejará nada en la armería. Messi, Luis Suárez e Iniesta regresarán previsiblemente al once local para dictar sentencia; tampoco lo hará Juan Carlos Unzué, que repetirá en el Camp Nou un equipo muy parecido al de la ida tras dar descanso a varios titulares el domingo contra el Real Madrid en la Liga.

Con estos mimbres y la vocación de plantar cara al coloso con sus mismas armas, se propone Unzué remontar la ligera desventaja con que su equipo encara el choque. El empate a un gol de la ida obliga al Celta a repetir como mínimo el resultado de Balaídos para forzar la prórroga. Cualquier empate a más de un gol clasifica a los celestes, que ven en el partido de Liga disputado a comienzos de diciembre pasado en el Camp Nou (2-2) un espejo donde mirarse. Entonces, los celestes no solo intimidaron sobre el césped al mejor Barça, sino que tuvieron incluso opciones de llevarse el partido.

La determinación con que el Celta afronta la Copa y su exitoso recorrido en el torneo en los últimos años tras apear consecutivamente al Atlético y al Real Madrid convierten al equipo vigués en un adversario al que no conviene subestimar. Con todo, las opciones de superar la eliminatoria, como ha reconocido el propio Unzué, pasan por rayar la perfección en el juego y esperar que las estrellas azulgranas (singularmente Lionel Messi) no tengan un día especialmente afortunado.

Aunque no se aguardan grandes sorpresas en la alineación, tanto Unzué como Valverde ocultan sus planes. La única seguridad en el Celta es la presencia bajo el travesaño de Sergio Álvarez, el portero elegido para la Copa por el preparador céltico. El Gato de Catoira estará arropado por una línea de cuatro hombres en la que Hugo Mallo y Jonny Castro apuntan a los costados, mientras que Gustavo Cabral y Sergi Gómez, sin descartar la opción de Andreu Fontás, habitual en el pasado contra los azulgranas, ocuparían el centro de la zaga.

En medio del terreno se da por seguro el regreso de Lobotka, un hombre en estado de gracia, con Wass a su derecha y Jozabed o Brais Méndez (a quien Unzué ya utilizó en el Camp Nou en la ida con muy buenas prestaciones) a su izquierda. En ataque, los de siempre: Aspas, Maxi y Sisto.

Unzué ha desplazado a Barcelona a todos sus futbolistas, incluido el eslovaco Robert Mazan, que espera su tránsfer, con la idea de rotar en la Liga, pues el Celta viajará directamente desde Barcelona a Valencia, donde el domingo le espera el Levante

Con la visita a Anoeta, un campo maldito estos años para los azulgranas, a la vuelta de la esquina, en el Barcelona también se esperan rotaciones, pero éstas no afectarán previsiblemente al ataque, donde Messi, Luis Suárez y el recién recuperado Dembélé apuntan a titulares.

Cillessen repetiría en la portería en Copa, lo mismo que Semedo y Digne, que ocuparían los flancos defensivos, y Gerard Piqué, seguramente acompañado esta vez por Javier Mascherano en el eje de la zaga.

Busquets descansó el domingo en Liga ante el Levante y parece seguro por delante de la defensa, escoltado presumiblemente por Sergi Roberto (o André Gomes) y Andrés Iniesta como interiores.

Ernesto Valverde cuenta con las bajas por lesión de Samuel Umtiti, Paco Alcácer y el recién llegado y flamante fichaje invernal Philippe Coutinho y ha dejado fuera de la convocatoria por decisión técnica a Denis Suárez, Rafinha Alcántara, Gerard Deulofeu, Aleix Vidal y Arda Turan.