El Celta salió jubiloso de su última visita copera al Camp Nou, el 24 de junio de 2001. El 1-1 completaba el 3-1 de la ida, proporcionaba el pase a la final de Sevilla y vengaba la derrota a manos azulgranas en cuartos de final de la Copa de la UEFA, disputados poco antes. Un capítulo de aquel Celta glorioso del que se suelen mencionar los actores principales: Mostovoi, Karpin, Gustavo... Pero en el que tuvieron un gran protagonismo jugadores de menor jerarquía como Pablo Coira y Yago Yao Alonso-Fueyo Sako.

Yago había llegado esa misma temporada procedente del Sporting de Gijón. Participó mucho, más que en años posteriores: veinte partidos ligueros, actuaciones europeas. "Y en la Copa lo jugué todo, salvo el partido de ida contra el Barcelona". La expulsión de Cáceres le abrió la titularidad para la vuelta, igual que la de Velasco a Coira: "Una plantilla está conformada por primeros espadas, que marcan la diferencia, y otros con un papel más de gregarios. A Coira o a mí nos tocó participar siendo jóvenes, con la mejor intención".

El asturiano de corazón y acento, costamarfileño de nacimiento y vigués de adopción recuerda aquellos duelos contra el Barcelona como "enfrentamientos que fueron ganando más rivalidad, con más tirria entre un equipo y otro. Fueron partidos de tensión". Aunque la vuelta de Copa del Rey careció del dramatismo que hubiera podido pronosticarse. Berizzo marcó en el minuto 2 y aunque Kluivert empató, el Barça de Rexach no dio muestras de poder remontar. Fue el día en que un desangelado Camp Nou despidió con frialdad a Guardiola. "El gol del Toto nos dio mucha tranquilidad", recuerda Yago. "Éramos conscientes de que era complicado que el Barcelona nos diera la vuelta a la eliminatoria. Pero también sabíamos que en cualquier momento podían meter gol en alguna acción individual. Hubo momentos de apuro, de achique, pero fueron pocos".

Yago no pudo disfrutar después de demasiadas alegrías personales en el Celta. "No llegué a jugar la final, me dolió muchísimo", confiesa. Después, la desconfianza de los entrenadores o las lesiones le impidieron cuajar. "Sinceramente, las pocas veces que me puedo parar a pensar en mi carrera y lo vivido, sí que tengo una espina clavada. Estuve siete años en el Celta, de los cuales dos me fui cedido, y creo que no llegaron a ver al verdadero Yago. No llegué a rendir todo lo que podía dar. Venía con 20 años a un equipo de moda, con grandísimas estrellas. En mi posición tenía a Djorovic, Sergio Fernández, Cáceres, luego llegó el Toto, Contreras? Era complicado jugar. Pero había sido referente en el Sporting y a pesar de ser joven, cuesta asimilar esa poca participación. Consideras incluso que mereces más de lo que te dan. El fútbol es así. Tampoco me arrepiento".

"El Celta tiene opciones. Hemos visto que Unzué tiene la medida tomada al Barcelona", comenta sobre el partido de hoy. "El Celta se le está atragantando al Barcelona. Ellos son favoritos, pero saben que tendrán que trabajar bien. Será un partido atractivo, bonito, tenso. El Celta jugará sus bazas".

Yago ha iniciado una nueva fase de su carrera futbolística, ahora como entrenador. En el Areas estrena jefatura. Cogió al equipo como colista, encadenó dos victorias y aunque cayó ante el Choco en la reanudación liguera, mantiene al equipo fuera de los puestos de descenso. "Estoy contento con el trabajo de los chavales. Están motivados y siendo receptivos a los mecanismos y al estilo con el que queremos jugar. Los veo con ganas y ambición. Esto es muy largo y queda mucho por remar".

Yago elige a Marcelino García Toral como modelo. Pero se maneja con ductilidad: "Las categorías se juegan de manera diferente. Estoy expuesto a las características de mis jugadores. Tienes que adaptarte". Porque no lamenta haber sido un obrero del balón, que vivió la élite, pero también experiencias más humildes. Ese bagaje "enriquece" afirma. "Cuando decidí seguir compitiendo en Tercera con el Rápido era también para conocer la categoría. Siempre había jugado de Segunda B para arriba. Me sirvió. Mi ventaja es que he competido y convivido en vestuarios de todas las categorías, en equipos con los que luchado por no descender o por meternos en competiciones europeas". Y hoy, mientras el Celta vuelve a un territorio que él pisó, preparará la visita a A Lomba del Silva.