Juan Carlos Unzué empleará lo más granado de su arsenal para afrontar el doble compromiso ante el Barcelona y el Real Madrid con el que el Celta estrena el año 2018 y que llevará al equipo vigués a disputar tres encuentros en seis días ante los dos gigantes de la Liga.

Fiel a su costumbre, el técnico pamplonés oculta sus planes. A diferencia de Berizzo, Unzué no suele dar a conocer la alineación de turno hasta la charla previa al partido, pero la sensación generalizada -y los hechos avalan esta hipótesis- es que el preparador navarro afrontará la eliminatoria copera frente a los azulgranas y el choque liguero contra los blancos con muy pocos cambios para oxigenar su equipo. No más de quince jugadores, el núcleo duro del equipo este curso, se repartirán la titularidad en estos tres insignes partidos.

Aunque todo el plantel está disponible, las rotaciones se limitarán presumiblemente a la portería, donde Sergio Álvarez asumirá la titularidad en los dos compromisos coperos, y a ligeros retoques que podrían afectar a alguna de las piezas del centro de la defensa o el medio campo, la línea en la que el técnico ha introducido mayores modificaciones. No se esperan cambios en el frente de ataque. Aspas, Maxi y Sisto son inamovibles.

El entrenador del Celta es consciente de sus opciones de superar al Barça en la Copa dependen de conseguir mañana en Balaídos un resultado que le permita afrontar con ciertas garantías la próxima semana el segundo y definitivo asalto de la eliminatoria en el Camp Nou. Con estas premisas, Unzué recurrirá al que, con algún matiz, puede considerarse su once de gala y que no debería diferir del empleado en el último clásico gallego en Riazor, salvo por las presencia del Gato bajo el travesaño.

La única duda podría afectar al medio campo y estaría condicionada por el estado físico de Daniel Wass, que ayer no pudo concluir el entrenamiento por causa de un esguince de tobillo de muy escasa importancia que no debería impedirle afrontar mañana en plenitud de facultades el choque contra los azulgranas. Lobotka, plenamente consolidado en el once, es seguro en el eje de la medular, mientras que Pablo Hernández, Brais Méndez y Jozabed Sánchez cuentan con opciones de completar la línea. Al internacional chileno le avala su capacidad de control en el juego tanto en la recuperación como en la retención de la pelota;al sevillano su sentido asociativo del juego y pericia en el pase; y el canterano, ya asentado en el primer equipo, fue la sorprendente baza empleada por Unzué en el reciente empate rebañado por el Celta en el Campo Nou.

Por lo que respecta a la defensa, Mallo y Jonny son seguros en los costados y Cabral y Sergi parecen haberse afianzado como la pareja titular de defensas centrales, sin descartar la opción de Andreu Fontás, a quien Unzué ya recurrió en la Liga con buenas prestaciones en el campo del Barça. Otras opciones como Emre Mor, pero sobre todo hombres como John Guidetti, descartado por decisión técnica, en Riazor, Andrew Hjulsager o Facundo Roncaglia, cuya participación ha sido residual esta temporada, aguardarán de nuevo turno en banquillo.

Si la defensa y el medio campo podrían sufrir ligeros matices en estos tres próximos partidos, la delantera permanecerá inamovible. El tridente ofensivo es, de hecho, la única línea del equipo que no ha sufrido cambios en todo lo que se lleva disputado de Liga. Unzué solo ha modificado la línea cuando Maxi y Aspas faltaron respectivamente por sanción ante Las Palmas y el Villarreal. El técnico céltico sí modificó la línea en la anterior eliminatoria copera frente al Eibar, pero no se prevé que lo haga los estelares duelos que esperan esta semana ante los dos grandes del campeonato.