A Salva le conocen muy bien en A Madroa. Es uno de los integrantes del equipo que se dedica a analizar jugadores y partidos. Es una labor que realiza desde hace tres temporadas y se siente "honrado por la confianza que me ha dado el club". Lleva quince años trabajando con los jóvenes. Fue futbolista del primer equipo entre los años 1992 y 1994. Después pasó por el Osasuna, Racing de Ferrol, una temporada en Aragón y terminó en el Porriño Industrial. Recibió una llamada del club vigués y se encargó durante varias temporadas de los infantiles y cadetes. Ahora viaja por muchos lugares en busca de jóvenes talentos y sigue ayudando en el trabajo de campo.

"Parece una labor fácil, pero no lo es. El nivel de nuestra cantera es muy alto", dice. La apuesta se centra en la incorporación de jóvenes gallegos. Pero no descuidan el 'paisaje futbolístico nacional'. La semana pasada estuvo viendo la evolución de diversas selecciones territoriales. "Afortunadamente tenemos la capacidad para hacer muchos seguimientos. Eso tiene un gran valor", afirma. Su libreta es un tesoro que cuida con mimo. Sus apuntes son concretos. Y los análisis muy variados. Así, desvela que "no es lo mismo ver a un equipo, analizar sus características, que seguir a un jugador. Aunque parezca idéntico, tiene grandes diferencias".

Estar en la grada se ha convertido para Salva Martínez en algo habitual. Cada fin de semana puede llegar a estar presente en cinco partidos. Ese número se puede incrementar fácilmente. "No me aburre. Todo lo contrario. Siempre he sentido pasión por el fútbol. El Celta me ha dado una increíble oportunidad de poder desarrollar un trabajo apasionante. Estar cerca de los jóvenes siempre ha sido para mí una motivación".

Su mirada de los partidos es muy distinta a la que puedan tener los aficionados. Salva reconoce que "hay varios objetivos en este trabajo. Podemos ir a un partido y ver a un determinado jugador, a alguno que destaque. Si por ejemplo, uno marca cinco goles siempre debemos tenerlo en cuenta. Pero a lo mejor valoramos otras cosas, como el aspecto físico, la colocación o el compromiso con el equipo. Son detalles que para nosotros tienen un gran importancia".

Descubrir nuevos talentos tampoco se presenta como una tarea sencilla. Reconoce que "el Celta tiene ahora mismo un nivel altísimo en su cantera y con una clara definición gallega. Que un jugador pueda progresar y ser importante depende de muchos aspectos, como su constancia o la ganas de aprender. Es cierto que muchos se quedan en el camino, pero también estamos orgullosos de todos aquellos que han llegado al primer equipo. Para nosotros, los que trabajamos para la cantera, siempre es algo especial y también nos motiva".