El Celta volvió a los entrenamientos en las tarde de ayer en A Madroa ante medio centenar de aficionados, poniendo fin a seis días de descanso. La única ausencia de la sesión de trabajo que dirigió Juan Carlos Unzué fue Stanislav Lobotka, que se recupera en su domicilio de un proceso gripal. Se espera que el centrocampista eslovaco se incorpore pronto a los entrenamientos para preparar el primer partido oficial de 2018: la ida de los octavos de final de la Copa del Rey ante el Barcelona, prevista para el jueves 4 de enero (Balaídos, 19 horas).

Lobotka se ha convertido en uno de los fijos en el once de Unzué, que ha situado al eslovaco como pivote, desplazando a la suplencia a Nemanja Radoja. Con catorce titularidades en diecisiete jornadas de Liga, Lobotka es el séptimo jugador de la plantilla más utilizado por el técnico navarro, que en los primeros partidos situó al joven futbolista como volante.

El equipo vigués utilizó ayer su habitual campo de entrenamiento tras ejercitarse la semana pasada en el del filial. Sobre el césped se vio a Juan Carlos Unzué charlar con el delantero internacional sueco John Guidetti, uno de los futbolistas que podría abandonar el Celta en el mercado de fichajes de invierno debido a la falta de minutos que ha tenido en la primera parte del campeonato.

En la misma situación se encuentran el defensa argentino Facundo Roncaglia, que cuenta con ofertas para regresar a su país y de Italia, de donde procedía al firmar por el Celta, y el joven extremo danés Andrew Hjulsager, al que la dirección deportiva podría buscar una cesión.

El Celta, en principio, trabajará hoy y mañana en A Madroa, en sesiones en las que se espera que se reincorpore Lobotka. La sesión de Año Nuevo seguramente se celebrará por la tarde.