El Celta Zorka ha hecho de la necesidad virtud. El descenso voluntario a Liga Femenina 2 trajo de la mano un viaje a sus propias esencias, convencidos de que en ese arduo trabajo que realizan con centenares de niñas encontrarían la forma de sobrevivir a un tiempo difícil, sin apenas ayudas para sostener el proyecto. No era más que intensificar lo que han hecho casi toda su vida en este club, ganar robustez desde lo más básico, pero al mismo tiempo fiable. Para un club en el que nunca han pestañeado a la hora de lanzar a las jóvenes a la pista era evidente que la experiencia solo podía traer buenas noticias.

En la última jornada antes de que la competición se tomase un descanso esta temporada se produjo el estreno con el primer equipo de una nueva jugadora en edad júnior. La número 21 desde que el equipo comenzó en la temporada 2012-13 su andadura en la Liga Femenina 2. La media dice que casi cuatro jugadoras se estrenan por temporada. Cristina Freire añadió su nombre a la relación de jugadoras a las que el Celta dio la alternativa siendo menores de diecisiete años. Freire -a quien por un error informático la Federación Española de Baloncesto no le contabilizó su presencia en Oviedo y sus primeros puntos con la camiseta "grande"- es la primera júnior que se estrena esta temporada, pero eso es consecuencia directa de que el pasado ejercicio fuese el más prolífico en esta faceta ya que seis jugadoras debutaron con el primer equipo (Nerea Arambarri, Raquel Carrera, Lucía Fernández, Carla García, Paula Rivas y Berta Carrera).

Esta historia reciente, la de las júnior invadiendo la caseta del primer equipo, la comenzaron a escribir en la temporada 2012-13 María Araújo -internacional absoluta con España y que en la actualidad defiende la camiseta del Uni de Ferrol- e Iria Varela, jugadora del Patatas Hijolusa, rival de las viguesas ahora mismo en la Liga Femenina 2.

Desde aquel momento el salto del júnior al primer equipo no se ha detenido. En la temporada 2013-14 se amplió la relación de debutantes. Se estrenaron Nuria Camiña, Angela Coello, Isabel Herbello, Eva Novoa, Sara Seguín y Sabela Taboada. El siguiente año irrumpieron con las mayores dos nuevas jugadoras: Candela Hermida y Paloma González. La dinámica no se detuvo porque en la temporada 2015-16 debutaron Marta Cabaleiro, Gaila Comesaña, Raquel González y Laura Paz, preludio de las seis que debutarían la pasada temporada y que salvo Lucía Fernández -que se marchó al Porriño- siguen en las filas del equipo júnior que compaginan con la primera plantilla cuando Cristina Cantero lo considera oportuno.

Buena parte de estas jugadoras siguen en activo y apenas dos de ellas (Isabel Herbello y Laura Paz) no juegan en ningún equipo. Los estudios han condicionado a muchas de ellas que han tenido que elegir otros caminos y destinos en función de sus objetivos académicos. Llama la atención en este apartado la intensa emigración que se ha producido a Estados Unidos ya que ahora mismo Paloma González, Angela Coello y Candela Hermida estudian y juegan para una universidad norteamericana.