De todos los nombres de pila que hay entre las actuales plantillas del Celta y Deportivo, solo hay dos que se repiten: Federico (Cartabia y Valverde) y Emre (Colak y Mor). El proceso de globalización que vive el fútbol hace que el nombre más repetido en un derbi gallego sea turco. Y es que por primera vez en la historia de enfrentamientos entre los dos grandes clubes del fútbol gallego, ambos acuden a la cita con un representante turco en sus filas.

Internacionales por su país en cuya selección han coincidido apenas un par de veces,Mor y Colak se verán las caras en Riazor este sábado. Lo tendrán complicado para cruzarse en el campo teniendo en cuenta los datos de ambos a lo largo de esta temporada. El deportivista no ha terminado ninguno de los siete partidos que ha comenzado como titular (en otros tres entró desde el banquillo) y la presencia del céltico (solo ha sido titular una vez en lo que va de temporada) se está limitando a los últimos minutos de determinados partidos. La fría estadística dice que cuando Mor entre en el campo (si lo hace), Colak ya habrá salido de él.

Tienen cosas en común los dos turcos que pertenecen a esa estirpe de futbolistas que nunca lo tienen sencillo para acoplarse a los equipos donde aterrizan. Se trata de "almas libres", sobrada de calidad y talento, pero limitada en lo táctico y no tan generosos en el esfuerzo. Colak no lo ha tenido fácil pese a que su presencia en el equipo es bastante frecuente y podría hablarle a Mor de la necesidad de tener paciencia porque al céltico es evidente que le espera una primera temporada compleja a las órdenes de Juan Carlos Unzué. El discurso del técnico navarro, que recuerda constantemente la necesidad de que el turco entienda una serie de conceptos imprescindibles para asentarse en este campeonato, es una forma de anunciarle de que aún le queda un tiempo a la sombra en el banquillo.

Colak, en su primera temporada, necesitó algo de tiempo para ganarse un sitio en los planes de Gaizca Garitano. Pero luego se convirtió en indiscutible en el Deportivo, aunque a su alrededor siempre ha existido bastante debate. Sobre lo que te da, pero también lo que te quita. La clásica discusión que solo protagonizan jugadores de su corte. Pocas veces ese intercambio de opiniones lo protagonizan los que se cansan de correr, pero luego no se la entregan en condiciones al que tienen a dos metros. Con Pepe Mel siguió conservando su estatus, pero es cierto que Cristóbal Parralo sí le ha dejado en el banquillo en varias ocasiones desde que se hizo cargo del equipo. En las últimas dos jornadas ha jugado y si nada extraño sucede el sábado será uno de los fijos en la alineación frente al Celta. Será la primera vez que sea titular ante los vigueses porque el año pasado no jugó el partido de la primera vuelta y en el de Riazor disputó los últimos trece minutos del choque.

El panorama de Emre Mor de cara a este partido es más complicado. Este año, en su primera temporada en el Celta, ha participado en nueve partidos pero solo ha sido titular en uno. Salvo vuelco inesperado a la situación empezará en Riazor en el banquillo y en función del desarrollo del encuentro tendrá su oportunidad de jugar o no. Mor ha jugado esta temporada casi un tercio de los minutos que su tocayo (206 por 559) aunque le iguala en otros conceptos como el de remates a puerta o faltas recibidas e incluso le supera en goles porque el céltico anotó en Las Palmas un gol y el deportivista aún está buscando su primer tanto en el presente campeonato (hizo tres en el anterior).A ambos les acompaña la curiosidad de que ninguno ha sido capaz de completar un partido en este ejercicio. El derbi sería un buen lugar para hacerlo, pero los precedentes no juegan a su favor.