La nueva ciudad deportiva unirá para siempre al Celta con el Concello de Mos. La alianza entre ambas entidades se escenificó ayer en un acto cargado de emotividad que se celebró en el Multiusos das Pozas de Mos y que estuvo presidido por los dos máximos responsables de esta unión -la alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, y el el presidente del Celta, Carlos Mouriño- a quienes acompañaron diferentes personalidades como la presidenta del Congreso, Ana Pastor; jugadores de la primera plantilla del Celta como Iago Aspas, Hugo Mallo, Rubén Blanco o Brais Méndez y, sobre todo, cientos de vecinos de Mos que inundaron entusiastas el recinto.

La presentación puso de manifiesto la complicidad existente entre las dos entidades que llevan meses de conversaciones para tratar de cerrar un acuerdo al que ayer se dio visibilidad. El arquitecto de la obra, Xabier Rivas, dio varias pinceladas sobre la instalación que se proyecta sobre una extensión de más de 800.000 metros cuadrados de los cuales 240.000 serán destinados a instalaciones deportivas con diez campos de fútbol (ocho de fútbol once -la mitad de hierba natural- y dos de fútbol siete), tres pistas de tenis, cuatro de pádel, un pabellón de deportes cuyo aforo podrá ir desde los 900 hasta los 3.800 espectadores y un estadio para el Celta B con capacidad para 7.000 personas pero que se podrá ampliar a 11.000 si fuese necesario. Esta zona tendrá un aparcamiento de 1.070 plazas y en esas dependencias también se incluye la residencia (56 habitaciones), oficinas, spa, piscina, gimnasio o centro médico

La segunda parte del complejo será la destinada al área comercial y a ella se destinarán 140.000 metros cuadrados de los cuales 120.000 serán para uso comercial. Para dar servicio a esta zona se crearán 5.000 plazas de aparcamiento, más del doble por ejemplo de las que hay en el Centro Comercial Gran Vía. Y la última parte será un parque de ocio y recreo en el que se pueda hacer deporte al aire libre y practicar otro tipo de actividades.

Después de las especificaciones técnicas llegó el turno para la parte más emocional. Intervinieron los representantes de los dos equipos de base de Mos; Mallo, Aspas y los dos vecinos de Mos que están en la primera plantilla, Rubén Blanco y Brais Méndez,quienes viven con especial ilusión este proceso.

Carlos Mouriño aseguró que "vamos a sembrar Celta en esta tierra" con la idea de que el club "crezca sólido y fuerte a vuestro amparo" y sentenció dirigiéndose al pueblo de Mos: "Os encomendamos nuestro bien más preciado, la cantera; y os confiamos a nuestro primer equipo, ese que enseñó al mundo el significado de afouteza". Mouriño insistió en que confía que en 2019 la ciudad deportiva comience a funcionar y destacó la riqueza que para el Concello de Mos puede suponer la llegada del complejo del Celta".

Nidia Arévalo, al alcaldesa, hizo un poco de memoria y recordó cuando hace un año y medio se presentó en la sede del Celta, después de conocer los problemas que el club tenía para encontrar espacio, para ofrecer Mos: "Ha sido un año de trabajo en silencio, con continuas reuniones y viajes a Santiago para hablar con la Xunta". En ese sentido quiso agradecer a sus compañeros de corporación porque su gestión había estado muy enfocada a este asunto en detrimento de otros, aunque se mostró feliz al ver que todo había llegado a buen puerto. Arávalo aseguró que la ciudad deportiva es una realidad que supone una increíble oportunidad para el Concello de Mos que por fin está en el mapa: "Pasamos de estar ninguneados y perjudicados por infraestruturas de todo tipo a gozar de los beneficios de esta nueva realidad. Beneficios de los que ningún otro concello de la provincia de Pontevedra, y me atrevería a decir de Galicia goza. Pasamos de ser los grandes damnificados de estar a las puertas de una gran ciudad como Vigo, a resultar, por primera vez, beneficiados". Y se despidió con unas palabras dirigidas a Carlos Mouriño a quien calificó como "presidente con mayúsculas": "Desde ahora consideramos a Carlos Mouriño el vecino número 15.133 de Mos".