El Celta celebró ayer en el hotel Los Escudos su tradicional comida de Navidad en la que reúnen los jugadores de la primera plantilla, los integrantes de la mayoría de equipos de la cantera, trabajadores, técnicos y dirigentes que compartieron unas horas de relajación con la intención de desearse unas felices fiestas. Hubo algunas actuaciones para entretener a los más jóvenes, bromas y complicidad por parte de todos los miembros de la familia céltica.