El equipo de Juan Carlos Unzué lleva pagado un alto precio este curso por los errores de los árbitros. Incluso el propio técnico navarro, nada propenso a lamentarse de las equivocaciones de los colegiados, se quejaba después del partido de Mestalla de que, en este asunto, al Celta le llueva sobre mojado.

El equipo vigués se ha visto perjudicado por los errores arbitrales desde el partido inaugural de la temporada contra la Real Sociedad, un choque que el Celta perdió en los últimos minutos por culpa de un penalti en contra de Jonny al mexicano Carlos Vela por una falta fuera del área. Mateu Lahoz no dudó en señalar el punto fatídico, pese a que la infracción se produce claramente fuera del perímetro. William José ejecutó, sin opciones para Sergio, la pena máxima anotando, a dos minutos del final del choque, el tanto de la derrota celeste.

No tardaron los árbitros en volver a equivocarse en contra del Celta, de nuevo en Balaídos. Ocurrió en la siguiente comparecencia de los de Juan Carlos Unzué en casa, durante el compromiso liguero contra el Deportivo Alavés, en la tercera jornada de Liga. En esta ocasión, sin embargo, el error de Melero López no impidió al Celta sumar su primera victoria de la temporada gracias a un solitario gol del uruguayo Maxi Gómez.

Pero el colegiado andaluz obvió una penalti a Iago Aspas en el área del conjunto vasco. Y no solo hurtó al cuadro de Unzué una pena máxima que le habría permitido vivir un final de partido más tranquilo, sino que sancionó al delantero moañés con tarjeta amarilla por simular una caída en el área. Viendo la claridad de la jugada, el Celta recurrió la tarjeta ante Competición, sin éxito, pues el comité decretó que la redacción del acta prevalecía sobre la realidad. "Nos mean por encima y dicen que llueve", escribió luego Iago Aspas en su cuenta de Twitter en respuesta a la decisión de Competición. De haberle retirado aquella tarjeta, el punta céltico podría jugar el próximo domingo contra el Villarreal.

Los dos últimos atropellos arbitrales han tenido a Munuera Montero como protagonista negativo. Primero, el jienense obvió una clara mano de Gabi, el capitán del Atlético de Madrid, en el área del conjunto colchonero. El colegiado interpretó la infracción como involuntaria, a pesar de que frustraba una clara ocasión de gol de los celestes, que perdieron el choque por 0-1. La pena máxima obviada por el colegiado habría dado al Celta, cuando menos, la posibilidad de empatar.

El dudoso criterio de Munuera Montero con respecto a los penaltis volvió a fustigar al Celta el pasado sábado en Mestalla. El jienense sancionó con muy diferente rasero otras dos acciones en ambas áreas: en la celeste obvió un penalti más que evidente de Paulista a Jonny, pero no dudó en castigar al Tucu Hernández con otro penalti en la valenciana, tras un tenue contacto del canterano céltico con Carles Gil que propicio las airadas (y comprensibles) protestas de Aspas y Mallo. Tales protestas fueron sancionadas por el colegiado con sendas tarjetas amarillas que impedirán a ambos vestirse de corto el domingo ante el Villarreal en Balaídos.